El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó una fuerte controversia durante la visita de su par sudafricano, Cyril Ramaphosa, a la Casa Blanca. En la reunión, el mandatario estadounidense proyectó un video para sostener que existe una persecución contra la minoría blanca afrikáner en Sudáfrica.
Trump aseguró que miles de agricultores blancos están huyendo por su seguridad y calificó la situación como un “genocidio”. Además, destacó que su Gobierno ha otorgado estatus de refugiado a varias familias afrikáners, pese a las restricciones migratorias actuales.
Ramaphosa rechazó con firmeza la acusación y negó que exista un genocidio. “La mayoría de las víctimas de la delincuencia en Sudáfrica no son blancos, sino negros”, aclaró el presidente sudafricano. También cuestionó la veracidad del video presentado por Trump.
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El tenso episodio recordó la reunión que Trump tuvo con Volodimir Zelenski en febrero, también marcada por acusaciones unilaterales. En esta ocasión, el foco estuvo en la disputa racial y la posesión de tierras en Sudáfrica, un tema que despierta interés entre sectores conservadores estadounidenses.
Durante el encuentro, Ramaphosa subrayó que el 7,3 % de la población blanca en su país posee la mayor parte de las tierras, y llamó a Estados Unidos a mantener el diálogo sobre comercio, no sobre narrativas infundadas.
Pese a la tensión, ambas delegaciones acordaron continuar trabajando en acuerdos bilaterales. Sin embargo, las declaraciones de Trump prometen abrir un nuevo frente diplomático con el gobierno sudafricano.
Fuente: DW.
Imagen: Evan Vucci/AP/picture alliance.