En diálogo con Radio 3, el Capitán Javier Correa, propietario de esta icónica embarcación, repasó su historia y remarcó su valor histórico y cultural.
La lancha tiene un peso total de 20 toneladas y capacidad para 36 pasajeros. Fue construida en 1923 en un astillero de Bremen, Alemania. En 1959, llegó al Parque Nacional Nahuel Huapi y, en 1985, comenzó a surcar las aguas del lago Puelo, donde desempeñó un papel fundamental en una variedad de servicios: desde el transporte de pasajeros hasta la ayuda en situaciones de incendio y educación en las escuelas locales.
La declaración de la «Juana de Arco» como patrimonio histórico y turístico por parte del Concejo Deliberante de Lago Puelo y, recientemente, por la Legislatura del Chubut, subraya la importancia de preservar su legado y garantizar su futura conservación y puesta en valor.
Correa contó que le gustaría adquirir un predio donde poder exhibirla y permitir que sea visitada.
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El orgulloso Capitán destacó que, aunque la administración de Parques Nacionales decidiera no renovar su concesión en 2019, la «Juana de Arco» aún tiene mucho que ofrecer. Con el mantenimiento adecuado y la actualización de las normas de seguridad, esta centenaria embarcación podría continuar navegando.
Correa expresó su compromiso con la preservación de este tesoro histórico y cultural. A pesar de las ofertas de compra que ha recibido, optó por mantenerla en la comunidad, asegurando que no desaparezca ni se pierda.
La «Juana de Arco» es un ejemplo de cómo un objeto puede ser más que un simple vehículo; es un símbolo de la historia y la identidad de Lago Puelo.