El Tribunal Superior de Londres concedió a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, el derecho a apelar dos de las tres garantías ofrecidas por Estados Unidos sobre su eventual extradición.
La audiencia está programada para una fecha futura, permitiéndole al australiano combatir legalmente su traslado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos relacionados con la libertad de expresión y la pena de muerte.
El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, argumentó que las garantías ofrecidas por los fiscales estadounidenses no eran suficientes, especialmente en lo que respecta a la protección de la Primera Enmienda de la Constitución de EE. UU. Fitzgerald aceptó la garantía de que no enfrentaría la pena de muerte, pero insistió en que la protección constitucional de la libertad de expresión no era adecuada.
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La decisión judicial fue recibida con celebraciones por cientos de partidarios reunidos fuera del tribunal. Este acontecimiento marca un hito después de años de batallas legales para Assange, quien ha sido considerado un enemigo clave de Estados Unidos debido a las revelaciones de WikiLeaks sobre crímenes de guerra y secretos gubernamentales.
A pesar de los desafíos legales, Assange ha ganado apoyo como un defensor de la libertad de expresión. Su salud, tanto física como mental, ha sido objeto de preocupación, con una jueza anteriormente deteniendo su extradición debido a riesgos de suicidio. Sin embargo, la lucha legal continúa mientras Estados Unidos busca enjuiciarlo por cargos de espionaje e intrusión informática.
Este caso no solo representa la lucha personal de Assange, sino que también es emblemático de la batalla global por la libertad de expresión y la transparencia gubernamental. A pesar de sus seguidores y el reconocimiento de organizaciones de derechos humanos, Assange ha pasado más de una década en cautiverio y prisión, esperando un veredicto final en este complicado proceso legal.
FUENTE: DW.