Los xenobots, producto de la ingeniería biomimética, son el resultado de la combinación de células de embriones de rana con la guía de inteligencia artificial. Estos «robots vivientes» exhiben habilidades únicas, desde moverse y organizarse hasta autocurarse y poseer memoria.
Recientemente, científicos estadounidenses han logrado un avance extraordinario: los xenobots ahora tienen la capacidad de replicarse a sí mismos. Esta sorprendente habilidad los convierte en pioneros en el campo de la robótica biológica, abriendo nuevas posibilidades para aplicaciones médicas y tecnológicas.
Joshua Bongard, de la Universidad de Vermont, describe a los xenobots como excavadoras milimétricas que, al moverse en una placa de Petri, organizan células sueltas en grupos. Con el tiempo, estas células se agrupan y desarrollan cilios, pelos flexibles que actúan como remos, permitiendo que los xenobots se muevan. Este proceso culmina en la creación de nuevas copias de estos asombrosos «baby xenobots».
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La capacidad de autorreplicación de los xenobots no solo representa un logro científico excepcional sino también una puerta abierta a diversas aplicaciones. Desde medicina regenerativa hasta limpieza ambiental, estos pequeños robots prometen revolucionar la manera en que abordamos problemas y desafíos en diversos campos.
FUENTE: DIARIO HOY.