En invierno, encender la calefacción del auto es casi automático. Sin embargo, si se busca ahorrar combustible, es clave ajustar correctamente la temperatura interior. Según especialistas y organismos como la Dirección General de Tráfico (DGT) de España, el rango óptimo está entre los 20 °C y 23 °C, siendo 21 °C a 22 °C la zona de confort más eficiente.
A diferencia del aire acondicionado, que consume más energía, el sistema de calefacción de los autos con motor térmico se alimenta del calor residual del motor. Esto significa que no demanda un gasto extra significativo, salvo por el ventilador que requiere algo de energía eléctrica.
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El problema aparece cuando se exagera con el calor. Si se programa una temperatura muy alta, el sistema debe trabajar con más intensidad: el ventilador sopla con más fuerza y se exige más al sistema eléctrico. Aunque el impacto en el consumo es menor que el aire acondicionado, puede sumar si se utiliza de forma continua.
Mantener la temperatura interior del vehículo dentro del rango recomendado no solo contribuye al ahorro, sino que también mejora el confort de los pasajeros. Además, evita cambios bruscos de temperatura que pueden afectar la concentración y el bienestar del conductor.
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Por lo tanto, antes de subir al máximo el calefactor, es mejor optar por una temperatura media y constante. Así, se logra una experiencia más eficiente y amigable con el bolsillo, sin renunciar al abrigo necesario para enfrentar los días más fríos del año.
Fuente: TyC Sports.