Los goles de Lanús, que en la ida había caído 2-3, fueron señalados por Facundo Quignón (22m, PT) y por Cristian Techera en contra (5m, ST).
Como ninguno de los dos podía especular (Lanús necesitaba ganar para pasar de ronda y Belgrano no debía confiarse por la ventaja alcanzada en Córdoba), el juego se tornó intenso y emotivo desde el comienzo.
Así los arqueros tuvieron encomiable tarea. César Rigamonti tapó un remate al gol de Marcelino Moreno (4m), y luego fue Matías Ibáñez el que evitó el gol de Leonardo Sequeira en una entrada franca (9m).
En ese ida y vuelta, fue el Granate el que supo sacar ventaja con algo que domina muy bien: las jugadas de pelota detenida con un experto como Nicolás Pasquín, que envió un corner al punto penal del área cordobesa y apareció Quignón para cabecear a la derecha de Rigamonti, que no pudo controlar.
Con la ventaja, Lanús pasó a dominar las acciones impidiendo la reacción del «Pirata», que ya tuvo tanta profundidad.
A poco de iniciado el segundo período, el equipo local impuso mayor supremacía cuando en una destacada combinación ofensiva Sand remató cruzado y rasante a la izquierda de Rigamonti y Cristian Techera, en su intención de despejar, empujó aún más la pelota para el segundo tanto.
Luego intentó reaccionar Belgrano pero sin convicción para revertir la historia ante los dirigidos por Luis Zubeldía, que estuvieron cerca de aumentar la diferencia.
Con este éxito Lanús pasó a los octavos de final de la Copa de la Superliga, en los que deberá enfrentar a Vélez Sarsfield, clasificado directamente por haber finalizado en la sexta posición de la Superliga.
En tanto, Belgrano culminó su paso por la primera división ya que en la próxima temporada participará en la «B» Nacional.
La nota discordante la dio un grupo de los dos mil hinchas cordobeses, que pese a todo alentaron a su equipo hasta el final, cuando en los minutos finales se generó una trifulca en la tribuna con corridas, puñetazos y patadas, a la que puso fin la intervención policial.
