Más allá de sus icónicos superdeportivos, Ferrari también dio vida a modelos insólitos y poco recordados. Conocé cinco autos únicos que desafiaron el diseño tradicional de la marca.
MIRÁ TAMBIÉN | Un perro reconoció al asesino de su dueña y será clave en el juicio
Cuando se piensa en Ferrari, la imagen que surge es la de autos rojos, veloces, elegantes y llenos de historia en la Fórmula 1. Sin embargo, a lo largo de su historia, la automotriz italiana también se animó a salir del molde. Ya sea por capricho de coleccionistas multimillonarios, ensayos estéticos de diseñadores o transformaciones impensadas, existen modelos Ferrari que parecen salidos de otra galaxia.
Estas creaciones, muchas veces únicas en el mundo, quedaron en el olvido para el gran público, pero son joyas invaluables para los fanáticos más obsesivos. A continuación, repasamos cinco Ferrari raras y olvidadas que, lejos de los estándares de Maranello, dejaron su huella por su atrevimiento e irreverencia.
La Ferrari 410 Superamerica Ghia de 1956 fue una reinterpretación del potente modelo V12 de la época, con un diseño robusto y cargado de cromados, claramente influenciado por el estilo americano. Se fabricó una sola unidad, carrozada por Ghia, en contraposición a los elegantes trazos de Pininfarina.
MIRÁ TAMBIÉN | Messi rompe récords y se sigue luciendo en la MLS
Otro caso llamativo fue la Ferrari 330GT 2+2 Shooting Brake de 1965, una “rural” deportiva de dos puertas creada por Luigi Chinetti Jr. y Vignale. Con su baúl alargado, líneas angulosas y alma de coupé, rompía con todos los códigos de diseño conocidos. También fue una pieza única.
En 1976, la Ferrari 308 Rainbow sorprendió en los salones del automóvil con su silueta futurista, líneas rectas y techo targa retráctil. Fue un prototipo de Bertone que nunca se produjo, pero que quedó en la historia como una Ferrari “de ciencia ficción”.
Ese mismo año, en Estados Unidos, alguien convirtió una Ferrari 365 GTC/4 en un Dune Buggy, sin puertas, con ruedas gigantes y estética off-road. Esta modificación no oficial dividió aguas entre fanáticos: para algunos fue una aberración, para otros, una genialidad bizarra.
MIRÁ TAMBIÉN | Cómo era el Lobo Terrible, el depredador formidable del Pleistoceno
Finalmente, en 1988, el mítico Sultán de Brunei encargó a Pininfarina la Ferrari F90, basada en la Testarossa. Con un diseño radical y solo seis unidades fabricadas, este modelo no fue homologado ni mostrado oficialmente durante años, alimentando su leyenda.
Estos modelos, más allá de su rareza, son testimonios de que incluso una marca con una identidad tan marcada como Ferrari puede sorprender al mundo con propuestas fuera de lo común.
Fuente y foto: Noticias Argentinas