Con la inflación desacelerándose al 1,5% en mayo, las empresas de medicina privada discuten ajustes en sus cuotas tras la implementación de una normativa que exige informar los aumentos antes al Estado.
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En un contexto de desaceleración del índice de precios al consumidor (IPC), que en mayo registró un 1,5%, el nivel más bajo en cinco años, las compañías de medicina privada analizan cómo actualizarán sus cuotas para el mes de julio. Este proceso llega luego de la entrada en vigencia de una nueva normativa que obliga a las prepagas a informar previamente a la Superintendencia de Servicios de Salud los aumentos antes de comunicarlos a sus afiliados, además de publicar los cuadros tarifarios en una plataforma oficial.
Este cambio busca transparentar los ajustes y facilitar la comparación entre distintos planes, evitando que las empresas definan incrementos antes de conocer el dato oficial del IPC, una práctica habitual hasta ahora. Las firmas tienen cinco días hábiles después de la publicación del índice para cargar los nuevos valores en la web del organismo regulador, requisito indispensable para notificar a sus clientes.
El ajuste que viene será el primero tras la reunión entre el Gobierno y representantes del sector en mayo, donde se solicitó que los incrementos reflejen la nueva etapa macroeconómica, caracterizada por un dólar estable y una inflación en clara tendencia descendente. Aunque el índice de precios del sector salud fue del 2,7% en mayo, por encima del 1,5% general, las empresas más grandes buscan alinearse con la meta oficial para acompañar la baja inflacionaria.
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Fuentes oficiales indicaron a Infobae que el Ejecutivo espera que las prepagas sigan la tendencia de moderación que se observa en otros sectores. Destacan que la desregulación del sistema fomentó la competencia, lo que beneficia al afiliado con una mayor variedad de opciones y precios transparentes, detallados por franja etaria, región geográfica y esquema de copagos.
Sin embargo, las compañías enfrentan presiones importantes, especialmente por el aumento de costos en medicamentos e insumos médicos, cuyo ritmo superó al del IPC general. Otro factor crucial para definir el porcentaje final de aumento será la negociación paritaria con el gremio del sector salud, aún sin cerrar, que presenta diferencias significativas: el Gobierno propone topes salariales entre 1% y 1,3% mensual, mientras que el sindicato reclama una recomposición del 3,5% mensual para recuperar parte de la inflación acumulada.
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La definición de este acuerdo será determinante para el ajuste de cuotas, ya que una resolución favorable permitiría acompañar la baja inflación, pero un fracaso en la negociación podría modificar sustancialmente el escenario. Además, persiste la incertidumbre por la actualización pendiente de los salarios de mayo y las amenazas de posibles medidas de fuerza por parte del gremio, lo que agrega tensión a un contexto donde las prepagas deben cumplir con plazos estrictos para informar sus tarifas.
Desde el Gobierno no se registraron contactos recientes con el sector tras la publicación del IPC, y aunque la última reunión fue descrita como cordial, no se establecieron directrices concretas más allá del pedido de moderación en los aumentos.
Fuente: Infobae
Foto: Archivo
