Foto: Ilustrativa (Infobae).
Un estudio reveló que convivir con animales de compañía genera felicidad, mejora la concentración y reduce el estrés.
Tener un perro en casa no solo llena de alegría el ambiente, sino que también aporta importantes beneficios para la salud cerebral y emocional. Un estudio publicado en PlosOne reveló que interactuar diariamente con un perro fomenta la felicidad y reduce el estrés. Estas interacciones, como pasear o acariciar al animal, pueden mejorar la concentración y generar un ambiente de calma.
Además, los perros brindan un sentido de responsabilidad y propósito, ayudando a mantener una rutina saludable y estimulando la actividad física, lo que tiene un impacto positivo en la salud mental. Cuidar a una mascota es una excelente forma de reducir la ansiedad y promover el bienestar integral.
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Un estudio que incluyó a 30 adultos demostró cómo diversas actividades con perros, como jugar o masajear, afectan el estado emocional y la activación cerebral de las personas. Pasear y jugar con el perro incrementó la relajación, mientras que masajear y acicalar aumentó la concentración y el enfoque sin generar estrés.
La investigación también evidenció que abrazar y alimentar a los perros contribuye a la mejora del estado de ánimo, reduciendo la fatiga y aumentando la sensación de vigor. Estas actividades mostraron efectos consistentes en la reducción de los niveles de estrés de los participantes.
El aumento en la longevidad de los perros, actualmente de entre 13 y 14 años en promedio, se debe en gran parte a una alimentación equilibrada, el ejercicio regular y las visitas periódicas al veterinario. Mantener el calendario de vacunación al día, controlar el peso y prestar atención a la salud dental son medidas fundamentales para garantizar una vida larga y saludable para nuestros amigos peludos.
Fuente: Infobae.