Más de cinco millones de personas en Haití sufren a causa de una crisis de hambre severa, intensificada por la violencia de bandas armadas y la inestabilidad política que controla el 90% de Puerto Príncipe.
Según un nuevo informe del Comité de Clasificación Integrada en Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), casi 6,000 personas se encuentran en condiciones similares a la hambruna (fase 5), mientras que aproximadamente 2 millones están en situación de emergencia (fase 4). Además, un 30% de la población, alrededor de 3,4 millones, se clasifica en crisis alimentaria (fase 3).
La violencia y la inseguridad están exacerbando esta crisis humanitaria. Haití depende de la importación de entre el 50% y el 85% de sus alimentos, lo que lo hace vulnerable a la inflación y a la volatilidad de los precios en los mercados internacionales. Desde enero de 2024, el costo de una cesta básica de alimentos en Puerto Príncipe ha aumentado un 21%, lo que agrava aún más la situación.
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Acción contra el Hambre, que trabaja en Haití desde 1985, ha estado tratando de combatir el hambre a través de programas de nutrición y acceso al agua, pero enfrenta una grave escasez de fondos. Martine Villeneuve, Directora de la organización en Haití, advirtió que solo el 23% de los programas de seguridad alimentaria y el 13% de los programas de nutrición han recibido el apoyo necesario, representando un déficit de financiación del 66%. Villeneuve enfatizó que «la población de Haití necesita urgentemente más apoyo».
La violencia ha desplazado a casi 580,000 personas desde marzo de 2024, más del doble de los desplazamientos registrados en 2022. Muchas familias viven en condiciones precarias y se ven forzadas a recurrir a medidas extremas, como el intercambio de sexo por comida. Además, las escuelas han cerrado en varios barrios debido a los peligros asociados con la violencia.
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El acceso a las carreteras es limitado, lo que dificulta el trabajo de las organizaciones humanitarias que intentan proporcionar suministros vitales. A pesar de los esfuerzos de Acción contra el Hambre, la creciente demanda y la falta de recursos son evidentes. La comunidad internacional está siendo instada a unirse a la lucha por la supervivencia de la población haitiana.
La crisis se ve agravada por condiciones climáticas extremas; un reciente huracán, que tocó tierra en Haití el 2 de julio, ha causado más destrucción, dificultando la distribución de ayuda. Los expertos advierten sobre la posibilidad de más tormentas en los próximos meses.
El informe del CIF destaca la necesidad de intervenciones de emergencia, asistencia a los hogares más vulnerables, y una mejor coordinación entre la asistencia humanitaria y el desarrollo a largo plazo.
Fuente: Telesur.
Foto: JP+
