La canciller alemana, Angela Merkel, defendió este jueves la prolongación de las restricciones hasta el 7 de marzo ante el temor de las nuevas mutaciones, al tiempo que aseguró que la meta del Gobierno es poder levantarlas tan pronto cuando sea pertinente, para lo cual no dio fechas.
«Lo que acordamos ayer, de esto estoy convencida, es adecuado, necesario y proporcionado. Sigue sin haber una medida más suave que la de minimizar los contactos de manera consecuente para llevar la evolución de contagios de manera sostenible a un nivel controlable», expresó en su declaración de gobierno ante el Bundestag.
Por otra parte, Merkel volvió a alertar de las mutaciones de coronavirus, la británica, la sudafricana y la brasileña, «notablemente más agresivas» y presentes ya en el país, y consideró que «tarde o temprano se impondrán y desplazarán al virus original», como ya ha ocurrido en otros países europeos, con consecuencias «dramáticas», indicó la agencia Efe.
En esta línea, y a pesar de las cifras hacia la baja, tanto en lo que respecta a nuevos contagios (10.237 en las últimas 24 horas) y víctimas mortales (666 en un día), la canciller alemana subrayó la necesidad de que los ciudadanos sigan siendo «muy, muy cautelosos».
Para finalizar, Merkel volvió a defender la «vía europea» para la negociación, la adquisición y el reparto de vacunas contra COVID-19 y agregó que en la peor crisis desde la II Guerra Mundial, los europeos se mantienen unidos «a nivel político y epidemiológico».