Scola bate récords en cada partido que juega y cada punto que convierte, casi como un símil de Lionel Messi en el fútbol, por lo que si se presenta en Tokio 2020 se transformará en uno de los cinco basquetbolistas en jugar cinco Juegos Olímpicos.
Además «Luifa», que por estas horas tiene posibilidades de seguir en el máximo nivel internacional ya que es seguido por Real Madrid, donde juegan sus compañeros de selección Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola y Gabriel Deck, llegará a esos Juegos con 40 años (los cumplirá el 30 de abril del año próximo).
Scola fue figura en el Mundial al punto de ser incluido en el quinteto ideal y terminar, por ejemplo, como goleador de la semifinal ante Francia con 28 puntos, promediando 17.9 puntos por encuentro a lo largo de todo el certamen.
Por eso ahora que «El Alma», la denominación popular de estos herederos de la «Generación Dorada» que lo tienen a Scola como único «sobreviviente», quiere redoblar la apuesta en los Juegos Olímpicos, casi como un calco de lo sucedido en 2002 con el Mundial de Indianápolis, al que sobrevino Atenas 2004 con medalla de oro incluida, Hernández se ilusiona con volver a contar con él entre sus 12 dirigidos.
«Scola es igual de difícil que (Emanuel) Ginóbili a la hora de pedirle que te confirmen algo con anticipación. Son los más difíciles, porque no te dicen nada, aunque es cierto que falta mucho aún (los Juegos de Tokio se desarrollarán entre el 24 de julio y el 9 de agosto del año próximo)», explicó Hernández.
«Pero por lo pronto no me confirmó nada, aunque mi sensación es que va a estar. Y si yo soy el entrenador para entonces, lo voy a obligar a que juegue», advirtió la «Oveja» durante la conferencia de prensa que ofreció junto a algunos de sus dirigidos en el aeropuerto de Ezeiza, apenas descendido del avión que trajo a la delegación de regreso desde China.
El técnico siguió refiriéndose a Scola, que también tiene una oferta de Boca Juniors, equipo que justamente dirigió y sacó campeón Hernández en 2003.
«Scola es uno de los más grandes líderes de la historia del deporte argentino. No digo que sea el mejor porque debe haber un montón, pero él fue el primero que vio esto de que podíamos llegar tan alto en el Mundial. Tal vez no lo vio tanto, pero nos llevó a creer y a jugar con una ilusión mucho mayor, sacando fuerzas de donde no la tenés», destacó.
«Me acuerdo que después de jugar el amistoso de preparación para este Mundial con Puerto Rico, ‘Luifa’ me dijo que el equipo estaba para llegar a cuartos de final, pero que teníamos que hablar de semifinales para ponernos un objetivo más alto, y que no podíamos depender de otros equipos para clasificar a los Juegos Olímpícos sino que teníamos que lograrlo nosotros. Bueno, al final llegamos un poquito más lejos», expresó.
El futuro del seleccionado argentino se presenta promisorio porque la renovación le ganó a la transición muy rápidamente, pero Scola quiere mantener la mística del pasado inmediato y trasladársela a los «hijos de la Generación Dorada y de la Liga Nacional» para seguir haciendo historia, pero como imagina Hernández, con él dentro de la cancha.