El Roosevelt y el Stewart Hotel dejarán de operar como albergues en junio, en medio de recortes y la presión del Gobierno de Trump sobre la crisis migratoria.
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Dos emblemáticos hoteles de Nueva York, utilizados como refugios para inmigrantes, cerrarán sus puertas en junio, lo que dejará sin empleo a casi la totalidad de sus trabajadores. Se trata del Roosevelt Hotel y el Stewart Hotel, que desde 2022 sirvieron como alternativa de alojamiento ante el colapso del sistema de albergues públicos.
El Roosevelt, ubicado cerca de Grand Central, despedirá a 96 de sus 103 empleados, mientras que el Stewart prescindirá de 99 trabajadores, según informes presentados ante las autoridades del estado. Ambos establecimientos fueron clave en la atención de más de 232.000 inmigrantes que llegaron a la ciudad en los últimos dos años, pero la red de alojamientos está siendo desmantelada tras la disminución del flujo migratorio.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció el cierre de 50 albergues y anticipó que hoteles como el Roosevelt dejarían de prestar este servicio en junio. Adams ha sido crítico con la política de «ciudad refugio», que limita la colaboración con agencias federales de inmigración, y en los últimos meses ha mostrado un acercamiento con el Gobierno de Donald Trump.
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El cierre de estos refugios ha sido aprovechado por Trump en su discurso electoral, denunciando que los inmigrantes eran alojados en «hoteles de lujo» con fondos de los contribuyentes. En febrero, su administración revocó un subsidio de 80 millones de dólares destinado a los refugios, y en marzo inició una investigación sobre el Roosevelt y el Stewart para obtener información sobre los inmigrantes que se hospedaron allí.
La Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, justificó la suspensión de los fondos alegando que el Roosevelt Hotel había servido como base del Tren de Aragua, una organización criminal transnacional con origen en Venezuela.
Más allá del debate político, el cierre de estos hoteles afecta directamente a cientos de trabajadores que perderán sus empleos en junio. Asimismo, miles de inmigrantes que dependían de estos espacios para su supervivencia deberán buscar nuevas alternativas en una ciudad donde el acceso a la vivienda sigue siendo un desafío.
Fuente y foto: EFE