El músico Octavio Utreras presenta su nuevo trabajo discográfico, donde comparte escenario con su hijo de 11 años. En una charla, con Tony Amayo en Radio 3, cuenta sobre sus inicios en la música, la influencia de su familia, y su vínculo especial con la Patagonia.
Octavio Utreras, reconocido músico de la Patagonia, expresó su profunda satisfacción por la culminación de su nuevo trabajo discográfico, en el que comparte protagonismo con su hijo de 11 años, Fran. «Grabar con mi hijo es lo mejor que me ha pasado», afirmó Utreras, quien lleva años dedicado a la música, y ahora vive la experiencia de grabar junto a su hijo, con quien ha compartido escenario desde que era muy pequeño.
Utreras recordó sus propios inicios en la música, influenciado por su padre, Jorge Utreras, un reconocido cantante. «Desde chico nos llevaba a todos los festivales donde él se presentaba a cantar», comentó, evocando su infancia en Esquel y el regalo de su primera guitarra por parte de su madre cuando se mudaron a Rawson. Esta tradición musical familiar ha continuado con Fran, quien desde los 7 años toca el acordeón y ha acompañado a su padre en varios espectáculos, tanto en Argentina como en Chile.
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El nuevo material discográfico de Utreras no solo es un homenaje a su padre, con la grabación de «El tren cordillerano», sino también un tributo a la vida rural en la Patagonia. «Viajo mucho por mi trabajo, tanto en las jineteadas como dando clases en Río Pico», explicó, relatando cómo las experiencias en estas zonas influyeron en las composiciones. El disco incluye temas que reflejan la dureza del invierno patagónico y el trabajo incansable de los habitantes de la región.
A pesar del éxito que está teniendo el disco, Utreras mantiene los pies en la tierra. «Mi idea es que se escuche la música primero y después a futuro lo que llegue», comentó, enfatizando la importancia de que Fran siga comprometido con sus estudios. «Es el primer escolta titular de la escuela, y primero es el estudio y después la música», añadió, destacando que la educación de su hijo es prioritaria.
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La vida en José de San Martín, su localidad de residencia, también es parte de su día a día, aunque su trabajo lo lleva a viajar constantemente. «Me la paso viajando, trabajo tres días a la semana en Río Pico y si no los fines de semana salgo a actuar», mencionó, describiendo la rutina que compagina entre la música y la docencia. A pesar de la distancia, Utreras se siente profundamente conectado con la región y la cultura patagónica.
Octavio Utreras cierra la entrevista con un sentimiento de gratitud por poder vivir de lo que ama. «El sol sale para todos, mientras tenga la posibilidad de salir a tocar y que te paguen por hacer lo que te gusta, ya es bendecido», reflexionó, dejando claro que su pasión por la música sigue siendo tan fuerte como el primer día, ahora compartida y amplificada por su hijo.
