Esta semana comenzó en el Casino de Oficiales de la Unidad Penitenciaria Nº6 de Rawson, el juicio oral y público por el secuestro y desaparición de Elvio Ángel Bel, ocurrido hace 43 años.

El proceso se desarrolló hasta este viernes en la Capital chubutense y a partir del 28 de noviembre la actividad continuará en Comodoro Rivadavia.
En esta primera semana, estuvieron presentes en las audiencias Hilda Fredes, esposa de Bel, y Pablo, quien fue capturado por las fuerzas de seguridad con los 8 meses en 1976.
Al finalizar la audiencia del viernes, Fredes, esposa de Bel; destacó haber llegado a esta instancia a más de 43 años del hecho.
“Hemos esperado y luchado por años”, recordó.
Por ello, y consultada sobre las expectativas para la resolución del juicio, Hilda sostuvo que “pedimos juicio y castigo, cárcel común. No olvidamos todo lo que pasó en la Argentina. Que estas personas actuaron, secuestraron y mataron”.
Hoy “estamos a las puertas de la sentencia –y por ello- estamos muy contentas y acompañadas”, agradeciendo el respaldo de las comunidad.
Consideró significante el sitio donde transcurrió la primera semana del juicio, un lugar “que planteábamos que no se tenía que hacer –porque es- en las puertas de la tortura” durante las dictaduras del ‘66 y del ‘76”.

Resaltó, en tanto, que “en las puertas donde estuvieron detenidos muchos compañeros y Elvio, se pude hacer Justicia porque ha sido el pueblo movilizado el que ha pedio Justicia”.
Por su parte, Pablo Bel, agregó que “con todo lo que han dicho (los imputados en el juicio), parece que no hicieron nada, que actuaron en todo momento bajo la legalidad, que (en Argentina) no hubo dictadura entre el ‘76 y el ‘83”.
“Esto lo tenemos que puntualizar, porque según ellos, no hicieron nada. Cumplieron sus funciones”, remarcó.

Expresó su expectativa “en que se haga Justicia. No por mi padre, sino por el pueblo argentino. Espero condena y que se haga Justicia, que se juzgue a estas personas. Que quede impune este hecho, que atenta contra toda la comunidad, es como matar de nuevo a mi padre. Es de nuevo torturarlo y perseguirlo”, sostuvo.
En el final, señaló que la lucha por los Derechos Humanos y el pedido de Memoria, Verdad y Justicia no ha caducado: “Los Derechos Humanos siguen vigentes, no han dejado de existir”, sentenció.
