El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que su gobierno no firmará nuevos contratos de exploración y explotación petrolera, una postura que justificó al afirmar que esta actividad «trae muerte». Durante su intervención en la XXII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Trabajo, Petro reiteró su compromiso ambiental y su oposición a las economías extractivistas.
En su discurso, Petro advirtió sobre las consecuencias de continuar con los contratos petroleros, alegando que a largo plazo expondrían a las futuras generaciones a graves riesgos. El mandatario colombiano resaltó que los combustibles fósiles y las prácticas extractivistas son una amenaza para la humanidad y deben detenerse.
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Sin embargo, esta decisión ha suscitado críticas en el ámbito económico. José Manuel Restrepo, exministro de Comercio y Hacienda, calificó la medida como un «suicidio económico» para Colombia, destacando que la industria petrolera representa una fuente crucial de ingresos para el país.
Restrepo advirtió que al prescindir de nuevos contratos, el gobierno pone en riesgo el 5,6 % del PIB, el 20 % de los ingresos fiscales, y el 40 % de las exportaciones. Según el exministro, este enfoque impactará negativamente en las finanzas de los departamentos que dependen de regalías para financiar proyectos sociales y productivos.
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Petro argumenta que su decisión busca reducir el impacto de Colombia en el cambio climático, aunque el país solo genera el 0,6 % de los gases de efecto invernadero globales. Esta postura genera un debate entre el compromiso ambiental y la sostenibilidad económica de la nación.
Fuente: DW.
Foto: AP.