Tener mariposas en el jardín es un espectáculo fascinante, pero observarlas nacer es una experiencia única. Para lograrlo, es fundamental contar con plantas hospederas, esenciales para la alimentación y refugio de las larvas de mariposas y polillas, garantizando así su ciclo de vida completo.
La importancia de las plantas hospederas
Estas plantas son la base del desarrollo de muchas especies de mariposas. Sus hojas y tallos proporcionan los nutrientes necesarios durante las etapas juveniles, lo que contribuye al equilibrio del ecosistema. Además, las mariposas, como polinizadores, tienen un rol crucial en la fertilización de plantas, vital para la producción de frutos y semillas.
Las plantas hospederas también atraen a otros insectos beneficiosos, como depredadores naturales que controlan plagas, ayudando a reducir el uso de pesticidas químicos y promoviendo la biodiversidad en los jardines y paisajes.
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Las plantas ideales para atraer mariposas
- Mariposera o doctorcito (Austroeupatorium inulifolium)
Crece hasta 1,5 metros, brota en primavera y florece en otoño, atrayendo mariposas y otros insectos polinizadores. - Coronillo (Scutia buxifolia) y bugre (Lonchocarpus nitidus)
Hospederas de la mariposa argentina (Morpho epistrophus argentinus), estas plantas son vitales para su desarrollo nocturno. - Sen de campo (Senna corymbosa y Senna pendula)
Sus hojas alimentan a mariposas de colores vibrantes como las azufradas o limoncitos, además de atraer abejorros. - Plantas del género Aristolochia
Conocidas como “mil hombres,” son el sustento de especies como el borde de oro (Battus polydamas). - Plantas Brassicaceae
Exóticas como el rabanito o la col, son preferidas por larvas de mariposas como la lechera argentina (Tatochila mercedis). - Yerba de la víbora (Asclepias mellodora) y tasi (Araujia sericifera)
Hospederas de la mariposa monarca del sur (Danaus erippus), estas especies contribuyen a su supervivencia.
La urbanización y el cambio climático han reducido los hábitats naturales, afectando las poblaciones de mariposas. Cultivar estas plantas en jardines no solo embellece el entorno, sino que también promueve la salud del ecosistema y protege a estas especies.
Fuente: La Nación.