Científicos británicos lograron observar en tiempo real cómo se originan y organizan las células cardíacas en embriones de ratón, un avance que podría transformar el tratamiento de enfermedades congénitas y la ingeniería de tejidos.
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En un descubrimiento sin precedentes, investigadores del University College London (UCL) y el Instituto Francis Crick lograron documentar por primera vez cómo se forman las células del corazón y cómo estas se organizan durante las primeras etapas del desarrollo embrionario. El hallazgo, publicado en The EMBO Journal, fue posible gracias a una innovadora técnica de microscopía en 3D que permitió observar embriones de ratón en tiempo real durante más de 40 horas.
Liderado por el científico Kenzo Ivanovitch, el equipo utilizó “microscopía de hoja de luz avanzada”, una técnica que emplea una capa de luz ultrafina para generar imágenes tridimensionales de alta precisión sin dañar el tejido. Los investigadores lograron visualizar en detalle el proceso de gastrulación, una etapa crucial en la que las células comienzan a diferenciarse y a formar órganos como el corazón.
Mediante el uso de marcadores fluorescentes, los científicos siguieron el recorrido de los cardiomiocitos —las células musculares del corazón— desde sus orígenes hasta su integración en el tejido cardíaco en formación. Descubrieron que estas células aparecen apenas unas horas después de la primera división celular y que su migración no es aleatoria, como se creía, sino que responde a patrones organizados, como si las células “supieran” su destino.
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“La migración celular hacia el corazón sigue trayectorias definidas, lo que cambia radicalmente nuestra comprensión del desarrollo cardíaco”, afirmó Ivanovitch. Estos datos permiten construir un árbol genealógico celular y rastrear cada célula hasta sus antecesoras multipotentes, lo que podría ser vital para el tratamiento de malformaciones cardíacas congénitas.
La investigación también abre la puerta a nuevas terapias en medicina regenerativa, como el cultivo preciso de tejidos cardíacos en laboratorio o el diseño de patrones específicos de órganos mediante bioingeniería. Según el cirujano cardiovascular Pablo García Delucis, del Hospital Garrahan, este avance es “un pilar fundamental para salvar vidas” y podría revolucionar áreas como la trasplantología.
El estudio fue financiado por la Fundación Británica del Corazón y representa un paso clave en la lucha contra las cardiopatías congénitas, que afectan a uno de cada cien bebés en el mundo.
Fuente y foto: Infobae