Organizaciones civiles alertan sobre la falta de preparación ante posibles desastres naturales tras los recortes de presupuesto y personal a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. Florida, uno de los estados más expuestos, también podría quedar desprotegido.
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La temporada de huracanes en el Atlántico comenzó este 1 de junio en Estados Unidos, pero el país enfrenta una seria preocupación: FEMA, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, atraviesa recortes presupuestarios y de personal sin precedentes que podrían debilitar gravemente su capacidad de respuesta ante desastres.
El gobierno del presidente Donald Trump impulsó una polémica ley que redujo en 646 millones de dólares el presupuesto de FEMA y recortó casi 2.000 empleados, es decir, entre un cuarto y un tercio de su plantilla. Esta medida genera una fuerte alarma entre organizaciones civiles, ambientales y científicas, especialmente tras la filtración de declaraciones del director en funciones de FEMA, David Richardson, quien admitió no saber que existía una temporada de ciclones.
“Es el comienzo de la temporada de huracanes y FEMA está actualmente en el limbo”, advirtió Joel Scata, abogado sénior del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), quien aseguró que los recortes afectan directamente a la capacidad del organismo para responder y preparar a las comunidades.
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El recorte también alcanza a la NOAA, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, que prevé hasta 10 huracanes y 19 tormentas con nombre durante esta temporada, un número elevado por el calentamiento de los océanos. Sin embargo, el presupuesto proyectado implica una reducción de casi el 30 %, afectando a 1.000 empleados adicionales.
Según Frances Colón, del Center for American Progress, EE.UU. podría perder “uno de los mejores programas del mundo” para estudiar huracanes. “El impacto es que vamos a estar siempre menos preparados”, lamentó.
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El caso de Florida genera especial preocupación. Aunque su gobernador, el republicano Ron DeSantis, ha dicho que el estado no depende de FEMA, las cifras lo contradicen: recibió casi 28.000 millones de dólares del organismo desde 2003 y más de medio millón de familias solicitan asistencia cada año. En 2025, FEMA otorgó más de 4.100 millones de dólares en ayudas para viviendas vulnerables.
“El riesgo ahora es que no se emitan declaraciones de desastre a tiempo”, advirtió Ethan Frey, del Florida Policy Institute, quien teme que la burocracia federal y la reducción de recursos agraven la respuesta ante huracanes.
Fuente y foto: EFE