Desde hace cinco meses, los hospitales municipales de La Matanza se han convertido en el epicentro de intensas protestas por parte de los trabajadores de la salud.
El reclamo central es una mejora salarial que ha tomado forma en asambleas permanentes, movilizaciones y hasta cortes de ruta. Los empleados aseguran que reciben salarios «de indigencia» que no reflejan su arduo trabajo en los hospitales, y señalan que son «invisibles» ante las autoridades municipales, especialmente al intendente Fernando Espinoza.
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El Policlínico Central de San Justo se ha convertido en uno de los puntos más visibles de esta protesta. Ubicado al lado del Palacio Municipal, el hospital alberga a más de 400 empleados que, según denuncian, no solo enfrentan sueldos bajos, sino también condiciones laborales difíciles y una falta de apoyo de parte del Sindicato de Trabajadores Municipales. “Cobramos entre 400.000 y 500.000 pesos, pero no se considera parte del sueldo básico, lo que nos deja en una situación precaria”, explica Andrea Canel, enfermera con 33 años de trayectoria.
En La Matanza existen cuatro hospitales municipales que atraviesan esta situación: el Policlínico Central, el Hospital del Niño, el Hospital Materno Infantil José Equiza y el Hospital Materno Infantil Teresa Germani. Todos ellos enfrentan paros parciales y una creciente tensión entre los trabajadores y las autoridades municipales. A pesar de que las protestas han ganado visibilidad, los empleados denuncian que las autoridades no toman en cuenta sus demandas, ignorando las condiciones laborales en estos centros de salud.
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Una de las principales críticas es que, mientras los trabajadores de salud luchan por mejoras salariales, el municipio continúa financiando otras iniciativas, como los corsos, lo que ha generado indignación en el sector. Las movilizaciones han sido diversas, incluyendo ruidazos y plantones, pero a menudo las autoridades municipales intentan minimizar la visibilidad de las protestas, como sucedió cuando el secretario de Salud trató de quitar la bandera de reclamo en el Policlínico Central.
A medida que las protestas se intensifican, los trabajadores exigen una respuesta concreta y un salario digno que refleje su dedicación y el impacto de su labor en la salud pública. La situación en los hospitales de La Matanza sigue siendo tensa, y no se vislumbra una pronta solución en el horizonte.
Fuente: LA NACIÓN.