Durante la conmemoración del Día de la Victoria, Vladimir Putin reafirmó el compromiso de Rusia de evitar un conflicto a escala global, aunque enfatizó que no tolerarán amenazas externas a su país. Esta declaración se produce en un contexto de crecientes tensiones con Occidente, particularmente por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El presidente ruso presidió el desfile militar en la Plaza Roja, donde más de 9.000 militares, vehículos blindados, lanzamisiles y aviones desfilaron para honrar la victoria soviética sobre los nazis en 1945. EL evento es una muestra del poderío militar de Rusia y de su disposición a defender su territorio y soberanía.
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Putin ordenó recientemente ejercicios nucleares tácticos cerca de Ucrania como respuesta a las supuestas «amenazas» occidentales dirigidas a Rusia. Esta medida refleja la determinación de Putin de mantener la seguridad nacional y defender los intereses estratégicos de su país, incluso frente a la presión internacional.
El líder del Kremlin también criticó a Occidente por lo que considera una tendencia a «olvidar las lecciones de la Segunda Guerra Mundial» y rechazó cualquier intento de exclusividad por parte de gobiernos o alianzas. Putin ha utilizado la memoria de la Segunda Guerra Mundial para consolidar su propio poder y presentarse como un líder que defiende los intereses de Rusia frente a la influencia occidental.
FUENTE: DW.