Geneviève Jeanningros, de 81 años, lloró frente al cuerpo de su amigo, el Papa Francisco, en una imagen que recorrió el mundo. Su historia entre la memoria, la fe y el compromiso social.
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Mientras cardenales y obispos cumplían el riguroso protocolo en la Basílica de San Pedro para despedir al Papa Francisco, una figura distinta quebró la solemnidad con un gesto cargado de humanidad. Geneviève Jeanningros, una monja francesa de 81 años, se detuvo frente al féretro del pontífice, rompió en llanto y permaneció de pie en silencio, inmóvil, durante varios minutos. Nadie se atrevió a interrumpir ese instante sagrado.
La imagen recorrió el mundo. No solo por su espontaneidad, sino por la historia que encarna esta religiosa amiga cercana del Papa. Geneviève es sobrina de Léonie Duquet, la monja francesa secuestrada y desaparecida en 1977 durante la última dictadura militar en Argentina. Desde entonces, su vida estuvo atravesada por el dolor, la memoria y una entrega sin límites hacia los más vulnerables.
Durante más de cincuenta años, Jeanningros vivió en los márgenes de Roma, acompañando a mujeres trans y feriantes de Ostia. “La enfant terrible”, como solía llamarla cariñosamente Francisco, acercó al pontífice a comunidades excluidas, llevándolas incluso a las audiencias semanales del Vaticano. En 2024, logró que el Papa visitara un parque de diversiones en Ostia, donde bendijo una imagen de la Virgen protectora del circo y del espectáculo ambulante.
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Durante la pandemia, junto al cardenal Konrad Krajewski, gestionó ayuda para personas en extrema vulnerabilidad. Y su voz se alzó también por la justicia: en 2011 declaró en los tribunales de Comodoro Py durante los juicios por crímenes de lesa humanidad, en los que fue condenado Alfredo Astiz por el secuestro de su tía.
El lunes, con una mochila al hombro, Geneviève despidió al Papa Francisco con la dignidad que solo da la fe vivida desde el compromiso. Fue un adiós íntimo y universal al mismo tiempo. Una oración, unas lágrimas y una presencia que resumió todo lo que habían compartido.
MONJA ROMPIÓ EL PROTOCOLO DEL VATICANO
La monja #GenevieveJeanningros, amiga del #PapaFrancisco, se saltó el protocolo y se colocó frente al féretro de #Francisco para llorar y rezar durante el velatorio. pic.twitter.com/dTcLqk1WCY
— 𝙈𝙖𝙧𝙞𝙤 𝙈𝙤𝙧𝙖𝙮 (@Mario_Moray) April 23, 2025
Fuente: Noticias Argentinas
Foto: RED Vaticano