Karol Nawrocki, el próximo presidente de Polonia, se perfila como un líder nacionalista y conservador que retomará el legado político de su predecesor Andrzej Duda. Su victoria en la segunda vuelta electoral supone un duro revés para el actual Gobierno liberal y proeuropeo encabezado por Donald Tusk, a quien critica duramente.
Aunque se presentó como candidato independiente, Nawrocki contó con el apoyo explícito del partido Ley y Justicia (PiS), fuerza nacional-conservadora que dominó la política polaca entre 2015 y 2023. Su campaña se centró en un mensaje patriota, defendiendo la soberanía nacional y valores tradicionales, con lemas como “primero Polonia, primero los polacos”.
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En materia social, Nawrocki defiende la familia tradicional y rechaza políticas progresistas como el aborto y los derechos del colectivo LGBTIQ+. Además, su postura migratoria es tajante: rechaza la inmigración ilegal y critica los acuerdos migratorios de la Unión Europea, proponiendo centros de deportación para migrantes.
En política exterior, prioriza la alianza con Estados Unidos y manifiesta escepticismo hacia la integración de Ucrania en la UE y la OTAN hasta que se resuelvan disputas históricas. Asimismo, cuestiona la postura conciliadora del Gobierno de Tusk con Bruselas y Berlín, responsabilizando a las élites europeas de la guerra en Ucrania.
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La figura de Nawrocki también ha estado rodeada de controversias, incluyendo acusaciones de vínculos con criminales en su juventud y cuestionamientos éticos sobre la compra de un apartamento. Sin embargo, sus seguidores lo destacan como un patriota auténtico, comprometido con la verdad histórica y la defensa de la Polonia rural y conservadora.
Fuente: EFE.
Foto: EURONEWS.