En las aguas del lago Neuchâtel, Suiza, los buceadores se encontraron con lo que parecía un tiburón real. La sorpresa y el misterio se apoderaron de ellos al descubrir una inquietante estatua de tiburón que parecía mirar con malicia.
La gran incógnita que rodea a esta figura es cómo llegó hasta el fondo del lago. Algunos creen que fue una broma de mal gusto, mientras otros piensan que podría ser una atracción turística no oficial. Las redes sociales se llenaron de comentarios aterrados.
La réplica del tiburón, de 20 pies de largo y hecha de fibra de vidrio, es tan convincente que confundió incluso a los buceadores experimentados. Aunque aterrador, la figura logra flotar en el agua, lo que agrega más misterio al caso.
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Fuente: La Nación