Un grupo de científicos, estudiantes e investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia, el CONICET y la NOAA desarrolla un proyecto único en el Golfo San Jorge que estudia el comportamiento de la ballena sei, una de las especies más enigmáticas del mundo. El seguimiento satelital ha permitido rastrear su migración desde la costa chubutense hasta el límite entre Uruguay y Brasil.
“Desde 2019 comenzamos a mirar qué especies de cetáceos aparecían en la zona, y nos llevamos la sorpresa de que la más frecuente era la ballena sei, una especie muy poco conocida”, explicó Mariano Coscarella, director del proyecto. A diferencia de otras ballenas, estas se alimentan en el golfo entre noviembre y junio, principalmente de bogavantes.
Este año colocaron seis dispositivos de rastreo satelital para seguir a las ballenas luego de su permanencia en la zona. “Instalamos los rastreadores en mayo, y lo que estamos viendo ahora es por primera vez cuál es el recorrido migratorio que hacen. Una de ellas ya está llegando al límite entre Uruguay y Brasil”, detalló Coscarella.
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La ballena sei se distingue por su gran velocidad, su cuerpo estilizado y su garganta expansible al alimentarse. “Son similares en tamaño a la ballena franca, pero más delgadas y pesan la mitad. Se las ve comiendo solas, aunque a veces en grupos de hasta 15 individuos. Pero no forman manadas, cada una sigue su camino”, señaló el investigador.
El proyecto fue declarado de interés por el Senado de la Nación y recibe colaboración de profesionales del área natural protegida Punta Marqués, Sesimar y del NOAA. “Somos un grupo de seis o siete personas que trabajamos con mucha dedicación. También nos visitó un colega de Estados Unidos que colabora con los rastreos”, explicó Coscarella.
Además de la ballena sei, el estudio incluye observaciones de otros cetáceos como el delfín gris, la tonina overa, la ballena jorobada, orcas y hasta ballenas azules. “Registramos su presencia, distribución y épocas de aparición. Es un esfuerzo integral por conocer y proteger la biodiversidad marina”, subrayó.
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Los avances del proyecto pueden seguirse a través del Instagram “Cetáceos del Golfo San Jorge”, donde se comparten imágenes, ubicaciones satelitales y videos de las ballenas alimentándose. “Este es el primer trabajo de este tipo en el país, y uno de los pocos en el mundo sobre esta especie”, concluyó Coscarella.
Foto: Conicet.