La Agencia Espacial Europea presentó las primeras imágenes del satélite Biomass, que penetran el dosel forestal y permiten cuantificar con precisión la biomasa leñosa y el carbono almacenado en los ecosistemas.
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La misión Biomass de la Agencia Espacial Europea (ESA) marcó un antes y un después en la observación de ecosistemas terrestres. El 23 de junio de 2025, durante el Simposio Planeta Vivo, la ESA presentó las primeras imágenes captadas por este satélite, que es el primero en usar un radar de apertura sintética en banda P, con una longitud de onda de 70 centímetros. Esta tecnología permite atravesar el dosel de los bosques y llegar hasta los troncos y ramas, donde se concentra la mayor parte del carbono forestal.
Con estas imágenes, Biomass confirmó su capacidad para medir de forma precisa la biomasa leñosa, un dato crucial para entender el ciclo global del carbono y evaluar el papel de los bosques frente al cambio climático. A diferencia de otros satélites como Sentinel-2, que solo observan la parte superior de los árboles, Biomass capta toda la estructura vegetal, lo que mejora la estimación del carbono almacenado.
Entre las primeras regiones observadas figuran Bolivia, con altas tasas de deforestación, así como Brasil, Gabón, Indonesia, Chad y la Antártida. En Bolivia, por ejemplo, se identificaron selvas tropicales, humedales, pastizales y el curso del río Beni con una claridad sin precedentes. En la Antártida, el radar penetró el hielo del glaciar Nimrod, permitiendo estudiar su estructura interna.
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Aún en fase de calibración, los datos iniciales indican que el desempeño del satélite ha sido óptimo. Michael Fehringer, director del proyecto Biomass, destacó que el equipo está complacido con los resultados. Por su parte, Simonetta Cheli, directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, subrayó que esta misión representa un gran avance en la comprensión de los bosques y su rol en la regulación climática.
Además de los bosques, Biomass también mostró gran potencial en regiones extremas como desiertos y glaciares, lo que amplía su uso en geología, glaciología y monitoreo del clima global. Su capacidad para realizar observaciones repetidas de una misma área permite estimaciones más precisas sobre la altura y el volumen de la vegetación.
Con su tecnología única, Biomass se posiciona como una herramienta clave para la ciencia climática del siglo XXI, brindando datos que podrían transformar nuestra comprensión de los ecosistemas y su impacto en el medioambiente global.
Fuente y foto: Infobae