El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia informó la detención de cuatro personas que, supuestamente, planeaban atentados contra altos jefes militares en Moscú. Según el comunicado, los implicados eran presuntos agentes reclutados por la inteligencia ucraniana y planeaban usar bombas camufladas para los ataques.
El FSB detalló que los explosivos estaban disfrazados como una batería externa y una carpeta con documentos. Uno de los sospechosos tenía la misión de colocar la bomba en un vehículo de un alto funcionario del Ministerio de Defensa ruso. Otro estaba encargado de recopilar información sobre los movimientos de los altos mandos.
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Las autoridades rusas divulgaron imágenes de los detenidos, quienes, según medios estatales, confesaron haber sido reclutados por servicios secretos ucranianos. A pesar de las detenciones, Vladimir Putin criticó la actuación de los servicios de seguridad, calificando la situación como un «fallo grave».
El presidente ruso hizo referencia al reciente asesinato del teniente general Igor Kirilov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica, en un ataque reivindicado por Ucrania. «Debemos mejorar nuestro trabajo para evitar fallos como este», declaró Putin.
Fuente: RT.
Imagen: The National Antiterrorism Committee via AP/picture alliance.