En el 80º aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz por parte del Ejército Rojo, Polonia ha decidido no invitar a la delegación rusa. La ceremonia, que se realiza este lunes, contará con la presencia de líderes de 54 países, como Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Carlos III, pero excluye a Rusia, a pesar de su papel histórico en el evento.
El director del memorial, Piotr Cywiński, justificó esta decisión calificando de «cínica» la participación de un país que, según él, no respeta el valor de la libertad. En contraste, Moscú denuncia esta exclusión como un intento de reescribir la historia y minimizar el papel del Ejército Rojo, que liberó el campo el 27 de enero de 1945.
El presidente ruso, Vladímir Putin, envió un mensaje subrayando la importancia del Ejército Rojo en la derrota del nazismo y en la revelación de los crímenes perpetrados en Auschwitz. Según Putin, estos sacrificios no deben ser olvidados, destacando que la sangre de los soldados soviéticos permitió la supervivencia de Europa.
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Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso recordó que la rápida actuación del Ejército Rojo impidió que los nazis destruyeran completamente las pruebas de sus crímenes en Auschwitz. Asimismo, enfatizó que más de 7.000 prisioneros fueron liberados y que miles recibieron asistencia médica inmediata.
La exclusión de Rusia ha generado reacciones como la de María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa, quien acusó a Europa de tener una «deuda pendiente» con los soldados soviéticos. Además, denunció los intentos de borrar el recuerdo de los horrores del nazismo y de los héroes-liberadores.
Mientras tanto, este lunes, Rusia también conmemora el 81.º aniversario del fin del sitio de Leningrado, otro momento clave de la Segunda Guerra Mundial. Desde Moscú, insisten en que el recuerdo del Holocausto y la liberación de Auschwitz debe permanecer intacto frente a los intentos de distorsionar la historia.
Fuente: RT.