El Ministro de Salud, Fabián Puratich, se refirió este jueves al reciente fallecimiento de una nena de 8 años a causa de hantavirus y abordó diferentes aspectos relacionados al diagnóstico y abordaje de la enfermedad.
“En la Provincia estamos haciendo una investigación con un antiviral llamado Ribavirina que hasta ahora ha tenido muy buenos resultados”, señaló Puratich respecto al tratamiento de los casos de Hanta.
Sin embargo, remarcó que “como la cantidad de casos es muy poca, para terminar de desarrollar el trabajo científico va a tardar mucho tiempo -pero, insistió- hasta ahora los resultados que se tienen con la utilización de este antiviral en los primeros síntomas del Hanta han sido muy positivos”.
En este sentido, subrayó que como “es muy escaso el número de pacientes”, se está trabajando con la vecina Provincia de Río Negro, “se está trabajando y lo compartimos para sumar casos y tener un número suficiente para determinar la eficacia”.
En este contexto, el Ministro remarcó que si bien “hasta ahora son muy pocos casos para decir científicamente que es efectivo (…) el tema es el momento en que llega el paciente, si es en la etapa inicial o cuando está avanzada la enfermedad”.
Por otra parte, se refirió al diagnóstico de la enfermedad, subrayando que esto se hace en Esquel y ya no mediante el envío al Instituto Malbrán. “Después del brote de 2018 compramos el equipo para llevar adelante el diagnostico”, informó.
Explicó que “se demoró para poder hacer el diagnostico rápidamente porque los primeros 10 casos tienen que ser cotejados con el Malbrán para corroborar que se está haciendo perfecto”.
Pero, “a principios del año recibimos la certificación del Malbrán y el hospital de Esquel está validado para hacer el diagnóstico porque se habían enviado las 10 muestras y fueron de 100% coincidentes con el Malbrán”.
“Desde este año se hace el diagnostico en Esquel, en el laboratorio local”, sentenció.
Por último, sobre el fallecimiento de una niña en los últimos días expresó que “uno nunca está preparado para que pasen estas casas con los niños, 8 años, una evolución muy rápida y tórpida, es una situación que nos conmueve a todos”.
Agregó que debido a la variedad “Andes” que hay en la región cordillera, y que posee la capacidad de contagio de persona a persona, “lo que se inició fue el estudio epidemiológico, el trabajo en terreno y el aislamiento de los contactos estrechos -recordando que- son 45 días, que es lo que dura la incubación de la enfermedad”.