El Ejército israelí intensifica su ofensiva en el norte y sur de la Franja de Gaza, dejando decenas de muertos y múltiples personas atrapadas bajo los escombros.
El asedio del Ejército israelí en la Franja de Gaza ha cobrado un alto precio humano, con decenas de muertos y numerosas personas atrapadas bajo los escombros de los ataques. Según el Ministerio de Salud gazatí, la cifra de fallecidos asciende a 33.970 personas desde el inicio del conflicto, hace más de seis meses.
Rafah, una ciudad en el extremo sur de Gaza donde se refugia la mayor parte de la población internamente desplazada, ha sido una de las zonas más afectadas por los bombardeos. Uno de los ataques dejó al menos 11 personas muertas, incluyendo cinco niños y dos mujeres. El Ejército israelí ha intensificado sus ataques aéreos en Rafah y se prepara para una incursión terrestre, a pesar de las advertencias de la comunidad internacional sobre el aumento del número de víctimas.
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En otras áreas como Khan Younis, al menos siete personas de una misma familia perdieron la vida tras el colapso de su vivienda debido a los bombardeos. En Beit Hanoun, en el norte, los civiles se vieron obligados a evacuar sus hogares debido a los ataques, lo que Naciones Unidas describe como desplazamiento forzado.
El Ejército israelí informó que mató a un presunto alto oficial de Inteligencia de Hamás en Beit Hanoun. Mientras tanto, en Nuiserat, los equipos de defensa civil palestinos recuperaron los cuerpos de decenas de víctimas tras una semana de ataques prolongados.
La situación humanitaria en Gaza es cada vez más desesperada, con informes de niños muriendo de desnutrición y deshidratación en el norte. El director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, advirtió sobre una posible hambruna provocada por el hombre en toda la región, con la negación de acceso a ayuda humanitaria vital por parte de Israel.
Fuente: France24