En principio se había informado del fallecimiento de los cuatro ocupantes, versión que se reforzó con la llegada al lugar de una dotación de la Policía Científica.
Sin embargo, minutos después una fuente policial informó de manera extra oficial a Radio 3 que había dos sobrevivientes y que eran trasladados al Hospital local.
En efecto, más tarde trascendió que se trataba del piloto, identificado como Mariano La Torre (36 años), y del copiloto, Ángel Martín Gamboa Copi (34).
Fuentes del hospital de Esquel precisaron en la madrugada que ambos llegaron conscientes, pero que el piloto se encuentra en estado crítico, con el 50 por ciento del cuerpo quemado, además fracturas cervicales, traumatismo de tórax y fractura y conmoción pulmonar.
Su acompañante corrió mejor suerte, aunque habría que esperar la evolución de las lesiones y quemaduras que también presenta en varias partes del cuerpo.
En tanto, según fuentes extra oficiales, el médico fue identificado como Federico Bassi, y el enfermero Patricio Walmsley, fueron quienes resultaron las víctimas fatales.
Trabajaban en el lugar las fuerzas federales con jurisdicción y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, mientras comenzaban las actuaciones a cargo del juez federal Guido Otranto, que como es habitual en él, no quiso hacer declaraciones a los medios locales, pese a la guardia periodística que se prolongó durante varias horas en medio del frío.
Personal del escuadrón 36° de Gendarmería Nacional y de la Policía del Chubut dispuso de un cordón de seguridad en la Ruta Nacional N° 40 y no permitió el acceso vehícular, salvo de equipos de rescate, las dotaciones de bomberos, las ambulancias y una camioneta de Defensa Civil de la Municipalidad de Esquel.
Se observó un fuerte resplandor a la distancia cerca del aeropuerto, aunque era difícil percibir si se trataba del fuego que había provocado la explosión o las luminarias de los vehículos de rescate.

La Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) llegaba al lugar para determinar si fueron efectivamente las condiciones del tiempo, un desperfecto técnico o errores humanos los que provocaron la tragedia.
El sitio Tránsito Aéreo que dirige el licenciado Javier Bruzzone publicó en su cuenta de Twitter que el momento del aterrizaje la visibilidad era de apenas 100 metros por la niebla y que el ILS del aeropuerto (Sistema de Aterrizaje Instrumental) estaba fuera de servicio desde el pasado 27 de abril y hasta el próximo domingo 10 de mayo.
#Ahora nos informan que en estos momentos #Aeropuerto #Esquel operaba con 100 de visibilidad y el #Ils se encontraba fuera de servicio.
— Transito Aereo AR Actualidad Aeronautica (@TransitoAereoAr) May 6, 2020
Aeronave intento escape y se estrelló dentro del perímetro del Aeródromo.#Accidente #VueloSanitario pic.twitter.com/kfRVhJ1Pgk
La aeronave, un Learjet 35 Matrícula LV-BXU, tenía 38 años de antigüedad y pertenecía a la empresa privada MD Fly que había sido contratada por el Sindicato Argentino de Televisión (SATSAID) para buscar a la pequeña hija de un afiliado al gremio que había sido derivada por su pediatra a un centro médico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por una afección cardíaca.
Incluso el padre que esperaba la llegada del avión junto a su hija en una ambulancia fue uno de los testigos de la tragedia, vio como el avión se estrellaba cerca de la pista, aunque en pleno campo, en un impacto emocional y de suma desesperación.
El director del Hospital de Esquel, Sergio Cardozo, confirmó que el cuadro de la niña de 3 años es grave, pero estable.
Pese a que el juez Otranto había ordenado la clausura preventiva del Aeropuerto de Esquel, fuentes de la estación aérea revelaron que igual podría habilitarse este miércoles para efectivamente derivar a la niña, algo que de todas maneras dependerá de las gestiones de la obra social.
Respecto de los fallecidos, ante la falta de información del Juzgado Federal de Esquel, era imposible conocer si la autopsia iba a practicarse en la ciudad cordillerana o los cuerpos iban a ser llevados a Buenos Aires.