Siete muertes, entre ellas la de una bebé y una joven arquitecta, conmocionan a Perú tras el uso de un suero fisiológico mal fabricado por el laboratorio Medifarma.
El producto, que contenía hasta 600% más sodio del permitido, fue distribuido en clínicas de Lima, Trujillo y Cusco. A pesar de la magnitud del caso, la empresa intenta desviar la responsabilidad penal hacia dos extrabajadores, mientras las familias exigen justicia y una investigación profunda.
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Alejandra Landers Carpio, de 25 años, murió el 18 de abril tras un mes en estado de coma inducido luego de recibir el suero en una clínica del distrito limeño de San Borja. Su caso visibilizó el peligro sanitario y la presunta cadena de negligencias que rodea a este lote mortal. “Queremos justicia por Alejandra. Ella no entró grave, tenía un simple resfriado”, declaró su padre, Tulio Landers, al denunciar tanto al laboratorio como a la clínica Sanna por omisión de protocolos.
A la tragedia de Alejandra se suman las muertes de Rosa Castro, enfermera de 46 años; Kayla Iparraguirre, una bebé de un año; y cuatro personas más en distintas ciudades. Todas fueron víctimas del mismo lote Nº 2123624. Pese a que Medifarma asegura que el fallo fue humano y culpa al operario Roy Chávez y al analista Alex Gamarra, ambos trabajadores rechazan las acusaciones y aseguran que los errores fueron consecuencia de equipos deteriorados y falta de controles.
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La familia Landers y su abogado han ampliado la denuncia penal, solicitando la investigación del directorio de Medifarma y de los responsables administrativos de la clínica Sanna. Argumentan que no se trata de errores individuales, sino de una cadena de mando que permitió que un producto defectuoso llegara a pacientes vulnerables. “Hubo desidia en el monitoreo, el uso del software y el control de calidad. Alguien tiene que responder por estas muertes”, afirmó el abogado Pedro Alva.
El Estado peruano, por su parte, reaccionó tarde. Recién el 24 de marzo la Digemid inmovilizó el lote defectuoso, cuando ya se habían registrado las primeras muertes. El Ministerio de Salud presentó una denuncia penal contra Medifarma, pero hasta ahora no hay imputados concretos ni plan de contención claro. Mientras tanto, las familias de las víctimas insisten: las vidas perdidas no pueden quedar impunes.
Fuente: France 24.