Los empleados de Volkswagen en Alemania realizaron paros de cuatro horas en nueve de las diez fábricas del país. Estas medidas, convocadas por el sindicato IG Metall, buscan presionar en las negociaciones para la revisión del convenio colectivo y frenar los planes de cierre de tres plantas.
Entre las fábricas afectadas están Wolfsburg, Braunschweig, Emden, Hannover y Zwickau, entre otras. La huelga comenzó en Wolfsburg a las 09:30, en protesta por la falta de avances en las negociaciones con la dirección de la empresa.
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IG Metall propuso un plan de ahorro de 1.500 millones de euros en costes laborales, condicionado a que Volkswagen renuncie al cierre de plantas. Sin embargo, el consejero delegado de la compañía, Oliver Blume, consideró insuficiente la oferta, advirtiendo que no garantiza el futuro de la empresa.
Estos paros temporales, habituales en Alemania durante negociaciones salariales, ocurren tras la participación de 100.000 trabajadores en una huelga previa. El conflicto surge tras el vencimiento del acuerdo de paz social, mientras Volkswagen enfrenta graves problemas financieros.
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El canciller Olaf Scholz intervino en la polémica, instando a Volkswagen a no cerrar fábricas ni despedir empleados, señalando que estas decisiones serían equivocadas. Su mensaje busca preservar los empleos y evitar el impacto social en las regiones afectadas.
Fuente: DW.
Imagen: Hauke-Christian Dittrich/dpa/picture alliance.