La policía de Investigaciones realizaba este mediodía un allanamiento en la casa del sospechoso, en la calle Pecoraro Norte al 100 en el barrio Oeste. Para los investigadores, sería el que asesinó de un balazo al chico Mateo Moreira (foto) –también de 17 años—el domingo a la madrugada en el barrio Constitución.
El crimen todavía sigue siendo confuso; se dice que la víctima salió por unos instantes del departamento de unos familiares con los que había ido a cenar y que al rato apareció baleado. En un principio se relacionó el homicidio con una pelea de varias personas que hubo esa noche en otro sector del barrio Constitución.
En el procedimiento que se hizo ayer momentos antes del mediodía en una vivienda de la calle Pecoraro Norte al 100 del barrio Oeste de esta ciudad, las autoridades terminaron secuestrando cuatro plantas de marihuana y tres envoltorios conteniendo la misma droga.
Además descubrieron en la casa del sospechoso una especie de “invernadero”, en donde tenía las plantas a las que les generaba un micro-clima para su crecimiento con un nylon y unas lámparas reflectoras.
Al muchacho le atribuyen ser el autor del disparo que acabó con la vida de Mateo Moreira (17) el domingo, cerca de la una de la madrugada, entre los sectores “C” y “D” de las Mil Viviendas.
Moreira recibió un tiro a la altura de la clavícula, presuntamente, del lado izquierdo del cuerpo; fue trasladado en un patrullero al hospital y al poco tiempo de su ingreso al nosocomio se conoció que había muerto.
El detenido será llevado en las próximas horas a la Oficina Judicial local en donde en una audiencia de control de su detención la fiscalía le imputaría ser autor de un homicidio calificado. Ayer desde su domicilio, la policía se llevó secuestrado –entre otras cosas– todos los teléfonos celulares que encontró, prendas de vestir, y se le hizo “un dermonitrotest” buscando pólvora en sus manos, en una pericia cuyos resultados se conocerían en breve.
¿Cuál ha sido el móvil del homicidio? ¿Por qué mataron al muchacho? La policía asegura desconocerlo. ¿Eran conocidos la víctima y el asesino? Es probable, pese a que los investigadores afirman no tener ese dato. Hay muchos puntos grises y oscuros todavía por clarificar en la investigación del asesinato de un jovencito que esa noche cuando lo mataron, había ido a comer con unos familiares a las Mil Viviendas.