Un ejemplar de atún azul del sur (Thunnus maccoyii), de 1,60 metro de largo y 80 kilos de peso, que apareció muerto en la costa de Playa Magagna en julio de 2018 fue sometido a estudios científicos que comprobaron, una vez más, la invasiva y letal acción humana.

El último miércoles integrantes del Instituto de Investigación en Hidrobiología, que depende de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, sede Trelew, realizaron una disección en el llamativo pez y al abrirlo se encontraron restos plásticos: dos paquetes de alfajores, uno de galletitas, uno de pastillas, uno de chicles, una bolsa de consorcio y un ticket resistente al agua.

Estos desechos obstruyeron la zona cercana a las branquias del ejemplar, lo que pudo haber sido la posible causa de su muerte.
«Tomemos conciencia de cómo 13 gramos de plástico pueden matar a un ser vivo de más de 80 kg y 1,60 mts de largo», remarcó la publicación que el Instituto realizó en su muro de Facebook.