Los incendios en Los Ángeles, calificados como los «más devastadores» en la historia de California, continúan fuera de contro. Las autoridades informaron que las llamas ya han dejado 10 muertos, más de 7.000 hectáreas calcinadas y miles de estructuras destruidas.
En Pacific Palisades, al oeste de la ciudad, el fuego sigue avanzando, afectando mansiones de multimillonarios y famosos entre Malibú y Santa Mónica. Más de 4.000 bomberos intentan sofocar las llamas en este barrio, pero enfrentan recursos limitados y vientos de hasta 160 km/h, considerados «de proporciones históricas» por la alcaldesa Karen Bass.
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En Altadena, al norte de Los Ángeles, el fuego ha destruido más de 4.200 hectáreas y cobrado la vida de cinco personas. Aunque las autoridades han frenado parcialmente su propagación, 180.000 residentes permanecen bajo órdenes de evacuación. Mientras tanto, el incendio Eaton en Pasadena y el nuevo foco Kenneth, registrado en el norte de la ciudad, agravan la emergencia.
La situación ha llevado al despliegue de 400 miembros de la Guardia Nacional de California para reforzar la seguridad en las zonas evacuadas, donde se han reportado saqueos. Según el sheriff Robert Luna, 20 personas han sido arrestadas por pillaje en las áreas afectadas. «Es inaceptable», afirmó.
Las llamas también han afectado la industria cinematográfica en Hollywood, donde varios rodajes fueron interrumpidos y las nominaciones a los Óscar se aplazaron hasta el 19 de enero. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, la sequía extrema y los fuertes vientos continúan complicando las labores de extinción, dejando a Los Ángeles en una situación crítica.
Fuente: DW.
Imagen: Mario Tama/Getty Images.