La violencia recrudece en Bolivia. Cuatro policías murieron en enfrentamientos con seguidores de Evo Morales en la región andina de Potosí, donde persisten bloqueos de caminos desde hace más de una semana.
Los agentes formaban parte de un operativo para acceder al municipio de Llallagua, cuando fueron emboscados por manifestantes que dispararon desde los cerros y utilizaron dinamita. “Se están usando francotiradores”, denunció el ministro de Justicia, César Siles.
Los fallecidos fueron identificados como Christian Calle, Carlos Apata, Brayan Barrozo y Jesús Mamani. “¡No habrá impunidad!”, declaró el presidente Luis Arce, quien ordenó una investigación exhaustiva y el despliegue de las Fuerzas Armadas.
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“Restableceremos el orden y garantizaremos las elecciones del 17 de agosto”, aseguró Arce, quien también descartó renunciar ante la creciente presión de los grupos leales a Morales.
Las protestas buscan forzar la candidatura del exmandatario, pese a que el Tribunal Constitucional ratificó que sólo se permite una reelección continua y Morales ya cumplió tres mandatos.
El Gobierno acusó a los manifestantes de operar como “grupos paramilitares” y confirmó que los operativos para retirar bloqueos continuarán en Potosí, Cochabamba y Oruro.
Fuente: DW.
Imagen: Juan Karita/AP/dpa/picture alliance.