Tokio reportó 1.308 nuevos casos de coronavirus en la última jornada, la mayor cifra en seis meses en la capital de Japón, a ocho días del inicio de los Juegos Olímpicos.
Tokio, que se venía preparando desde hace meses para poder celebrar el evento deportivo sin inconvenientes, se vio obligada el lunes pasado a adoptar un estado de emergencia que obliga a bares y restaurantes a cerrar temprano y a no servir alcohol.
Pese a las precauciones, el recuento de hoy es el más alto desde el 21 de enero, cuando se reportaron 1.485 contagios, y también es un salto con respecto a ayer, cuando se detectaron 1.149.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, precisó que el mayor aumento de casos graves y hospitalizaciones se dio entre las personas menores de 50 años, que en gran parte no están vacunadas, informó la agencia de noticias japonesa Kyodo.
Además, expresó su preocupación por el impacto en los hospitales, dado que el aumento de las infecciones está siendo impulsado por la variante Delta del coronavirus, que se cree es dos veces más contagiosa que sus versiones anteriores.
«Necesitamos estar alerta», dijo Koike, e instó a las personas a minimizar las salidas y ceñirse a las medidas antiinfecciosas básicas «para superar esta situación tan difícil».
Los nuevos casos diarios han aumentado desde mediados de junio. La campaña de vacunación, que venía siendo lenta, aceleró su ritmo en mayo, cuando el Gobierno empezó a presionar para mejorar los números de cara a los Juegos Olímpicos, que se realizarán sin público entre el 23 de julio y el 8 de agosto.
Debido al estado de emergencia en Tokio y al temor de que las infecciones se aceleraren durante los juegos, los organizadores decidieron la semana pasada prohibir el público en la mayoría de los eventos, excepto para números limitados en ubicaciones periféricas, indicó la agencia Télam.
La presencia de espectadores extranjeros fue descartada hace un mes, y los Juegos Olímpicos ya habían sido suspendidos el año pasado, el primero de la pandemia.