En el mayor juicio bajo la ley de seguridad nacional impuesta por China, un tribunal de Hong Kong sentenció este martes a 45 activistas prodemocracia a penas de hasta diez años de prisión. Estas condenas marcan un nuevo capítulo en el control ejercido sobre la ciudad semiautónoma tras las protestas de 2019.
Los activistas, arrestados en 2021, fueron condenados por organizar elecciones primarias informales en 2020, cuyo objetivo era lograr una mayoría en el legislativo hongkonés. Benny Tai, señalado como el principal estratega de la consulta, recibió la pena más alta: diez años de cárcel. Según la fiscalía, Tai lideró «un intento organizado para desestabilizar al gobierno».
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Otros organizadores, como Au Nok-hin, Andrew Chiu y Ben Chung, también enfrentaron penas de hasta siete años y tres meses. El caso también incluyó a Gordon Ng, ciudadano australiano, cuya sentencia ha generado tensiones diplomáticas.
Australia expresó su preocupación a través de la ministra Penny Wong, quien calificó las sentencias como «profundamente alarmantes». «Reiteramos nuestras objeciones a la aplicación de la ley de seguridad nacional en casos que socavan las libertades fundamentales», afirmó Wong.
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En 2020, Pekín impuso la ley de seguridad nacional tras las masivas protestas prodemocráticas en Hong Kong. Desde entonces, se han suprimido derechos civiles y se ha perseguido a disidentes bajo acusaciones de subversión y secesión. Este juicio refleja el clima político restrictivo que impera en la región.
La comunidad internacional ha seguido de cerca estos procesos, denunciando la erosión de las libertades en Hong Kong, mientras los ciudadanos de la ciudad enfrentan un entorno cada vez más controlado y represivo.
Fuente: DW.
Imagen: Tyrone Siu/REUTERS.