Científicos confirman la existencia de un personaje descrito en una saga nórdica del siglo XII, hallado en un pozo de un castillo noruego.
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Un reciente estudio científico ha permitido identificar mediante ADN antiguo a una figura descrita en la Saga Sverris, una epopeya nórdica de hace más de 800 años. Este avance, publicado en iScience, confirma detalles sobre «El Hombre del Pozo», cuyos restos fueron encontrados en 1938 en el castillo de Sverresborg, cerca de Trondheim, Noruega.
La investigación liderada por Michael Martin, profesor del Museo Universitario de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, revela que el hombre fallecido en 1197 fue arrojado a un pozo en un presunto intento de envenenar el agua del castillo. “Es la primera vez que se encuentra una persona descrita en estos textos históricos”, explicó Martin, resaltando la importancia de este hallazgo.
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Gracias a la datación por radiocarbono y técnicas avanzadas de secuenciación genética, se determinó que los restos tienen unos 900 años, y que el individuo tenía entre 30 y 40 años al momento de su muerte. Según el análisis genómico, “El Hombre del Pozo” poseía cabello claro y ojos azules, y probablemente tenía ancestros del sur de Noruega.
El equipo, liderado también por el genetista Martin Rene Ellegaard, utilizó un diente del esqueleto para el análisis, empleando una técnica delicada para evitar la contaminación externa. Este proceso ha sido clave para reconstruir aspectos del pasado, aunque limitará futuras investigaciones al destruir parte de la muestra.
Este descubrimiento abre la posibilidad de aplicar la metodología a otras figuras históricas, como el santo noruego Olaf, según Martin. Anna Petersén, arqueóloga del Instituto Noruego de Investigación del Patrimonio Cultural, destacó que este hallazgo permite entender la diferencia entre las narraciones históricas y la complejidad de la realidad científica, resaltando el valor de los métodos modernos para la arqueología.
Fuente: Infobae
Foto: National Geographic