Los nudos musculares son comunes y pueden ser causados por estrés, ansiedad o deficiencias vitamínicas. Pero, ¿cómo tratarlos adecuadamente?
Los puntos gatillo son nódulos discretos e hiperirritables en las bandas musculares que pueden causar dolor localizado o referido. Aunque no se conocen del todo sus causas, se asocian a estiramientos crónicos o sobrecarga muscular, provocando cambios químicos que generan hipersensibilidad en los receptores del dolor. Esto se relaciona con condiciones como el síndrome de dolor miofascial y cefaleas tensionales.
La identificación de los puntos gatillo es compleja, ya que no existe una prueba diagnóstica específica. La palpación por parte de un profesional es el método más utilizado. Los puntos gatillo activos causan dolor incluso sin presión, mientras que los latentes solo duelen al tacto.
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El estrés y la ansiedad también juegan un papel en su aparición. Diferenciar entre puntos gatillo y puntos sensibles es esencial, ya que estos últimos están asociados a la fibromialgia y requieren un enfoque de tratamiento diferente.
Para aliviar el dolor, se recomienda probar diversas intervenciones. La aplicación de calor o frío, automasajes y el uso de antiinflamatorios pueden ser efectivos. Corregir la postura y adoptar hábitos saludables, como una buena hidratación y una dieta rica en micronutrientes, también son fundamentales. Si el dolor persiste, es recomendable consultar a un médico para tratamientos más intensivos.
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Las inyecciones de anestésicos y tratamientos como la acupuntura y el masaje pueden ayudar a liberar los puntos gatillo. Aunque los puntos gatillo pueden reaparecer, existen opciones de tratamiento que pueden ayudar a manejarlos eficazmente.
En resumen, los puntos gatillo son una fuente común de dolor, pero hay formas efectivas de aliviarlo y prevenir su reaparición.
Fuente: National Geographic.
Foto: Kaboompics.com