Con miles de millones de cepillos de dientes desechados cada año, investigadores y empresas exploran opciones sostenibles para reducir el impacto ambiental de este esencial producto de higiene personal.
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Cada año, el mundo desecha una cantidad inmensa de cepillos de dientes, generando millones de toneladas de residuos plásticos que persisten en el medio ambiente durante siglos. Sin embargo, una serie de estudios y propuestas innovadoras han surgido para ofrecer alternativas más sostenibles. Según un reciente informe de la University College de Londres (UCL) y el Trinity College de Dublín, los cepillos manuales de plástico con cabezales reemplazables y los de bambú son las opciones más sostenibles, en comparación con los cepillos eléctricos, que presentaron el mayor impacto ambiental debido a su peso y al proceso de transporte.
En la evaluación del ciclo de vida (ACV) de los cepillos, el polipropileno, un plástico derivado de combustibles fósiles, demostró tener un alto impacto ambiental. Por otro lado, aunque el bambú es una alternativa biodegradable, investigadores señalan que puede afectar tierras destinadas a la biodiversidad o compensación de carbono, lo que limita su sostenibilidad. Sin embargo, Patrick Verkland, de The Humble Co., asegura que el bambú utilizado en sus cepillos se cultiva respetando los ecosistemas circundantes, y destaca que los mangos de sus cepillos serán de origen vegetal en un año.
En cuanto a los cepillos eléctricos, Suri, una empresa del Reino Unido, ha desarrollado un modelo con cabezales reciclables fabricados con almidón de maíz y cerdas de aceite de ricino, que pueden devolverse a la empresa para ser reciclados. Su diseño también permite prolongar la vida útil del cepillo gracias a una batería que dura tres veces más que la de un cepillo convencional. Safavi, fundador de Suri, asegura que su cepillo permite reducir el uso de energía y materiales, llevando la sostenibilidad al siguiente nivel en este sector.
Fuente y foto: BBC