El conjunto «albiceleste», que dirige el DT Marcelo Méndez, viene de protagonizar una de las sorpresas de octavos de final, al dejar en el camino a Serbia por 3-0, con parciales de 25-23, 25-21 y 25-23, con el opuesto Bruno Lima como máximo anotador, con 14 tantos.
Con un equipo mixto integrado por ocho de los jugadores que estuvieron en la conquista histórica en Japón y seis jóvenes debutantes en el Mundial de mayores, la Argentina se volvió a clasificar a los cuartos de final de un Mundial después de 20 años.
La última vez había sido en la edición que se disputó en nuestro país en 2002 y terminó con el equipo en la sexta posición.
El seleccionado nacional pasó con lo justo la fase de grupos luego de dos derrotas iniciales ante Irán y Países Bajos, ambas por 3 a 2, y la victoria sobre Egipto, también 3 a 2, que le permitió avanzar como uno de los mejores terceros.
Brasil, por su lado, también barrió en sets corridos a Irán (25-17, 25-22 y 25-23) para meterse entre los ocho mejores de la Copa del Mundo.
El vencedor del clásico sudamericano se medirá en semifinales con el triunfador en la llave entre Polonia y Estados Unidos, que jugarán mañana a las 16.00 hora argentina.
El último enfrentamiento entre las dos potencias regionales se dio el año pasado, por el tercer puesto de los Juegos Olímpicos de Tokio.
En aquella ocasión y en forma angustiosa, los dirigidos por Méndez se quedaron con la medalla de bronce, tras una meritoria victoria 3-2, que se saldó con parciales de 25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13.
En un parejo encuentro disputado hoy, Italia se convirtió en el primer semifinalista del certamen, al doblegar por 3-2 a Francia, con segmentos de 24-26, 25-21, 23-25, 25-22 y 15-12. El choque se desarrolló en la ciudad de Ljubljana, capital de Eslovenia.
En sus doce participaciones mundialistas, Argentina solamente logró subirse a un podio en el Mundial de 1982, en el que fue local, y ocupó el 15º lugar en el último Mundial de Italia-Bulgaria en 2018, cuando al seleccionado lo dirigía Julio Velasco.