“Pasó tres minutos antes que cerráramos el negocio, entró un muchacho de contextura delgada, alto, con un pasamontañas y un arma apuntándole a la cajera, ella no supo cómo reaccionar porque esto jamás había pasado acá en Puelo. Ni nos imaginábamos vivir una situación así», dimensionó Ana.
«La cuestión es que la terminó empujando con el cuerpo, le puso el arma en el cuello, la arrinconó en una esquina, abrió la caja, sacó la plata y se fue», precisó.
«Entendimos que vino en un vehículo porque llovía a cántaros y él estaba seco, seguramente había más gente esperándolo», analizó la comerciante.
«Exactamente no sabemos cuánto se llevó, pero aproximadamente eran unos 30 mil pesos. Entregamos los videos a la Policía, intervino la Brigada de Investigaciones, pero no nos dijeron nada», señaló.
«Ayudaría no solamente que estuvieran las cámaras porque se podría haber identificado el vehículo, sino la iluminación del lugar, esto es una boca del lobo, también pasa alrededor de la YPF, todo el pueblo queda oscuro. La policía había pasado hace dos minutos, dos efectivos caminando, así que los recursos para estas situaciones son nulos», lamentó.
«Fue un hecho inusual, pero la realidad es que no tenemos con qué afrontarlo», remarcó.
Consultada sobre cómo seguir trabajando con un kiosko que está abierto todos los días hasta las 23, analizó: “nos pasó anoche, no sabíamos si abrir o no, porque tenemos compromisos qué cumplir, cuentas e impuestos que pagar, de todas maneras cerré a las 8 de la noche porque no nos sentíamos seguros”.
“Hoy a la mañana ya vino el vidriero tipo farmacia de turno para evitar que los delincuentes entren. Pero además estamos pidiendo que las autoridades tomen consciencia y cartas en el asunto, porque si no vamos a convertir a Lago Puelo en el Conurbano Bonaerense”, sentenció Ana.