Un trágico atentado sacudió este domingo la capital siria. Al menos 20 personas murieron y cerca de 50 resultaron heridas tras un ataque suicida perpetrado dentro de la iglesia Mar Elías de Damasco durante una misa dominical.
El atacante, presunto miembro del grupo Estado Islámico (EI), se inmoló en medio de los fieles, según confirmaron autoridades sirias y medios oficiales.
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El Ministerio de Salud sirio calificó la explosión como un “ataque terrorista”, mientras que la televisión estatal Al Ijbariya indicó que el autor ingresó al templo con explosivos adheridos al cuerpo, activándolos en plena ceremonia religiosa. Inmediatamente, las fuerzas de seguridad cercaron el área y lanzaron una investigación para identificar al responsable y su red de apoyo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización que monitorea la violencia en el país desde 2011, indicó que la iglesia estaba repleta en el momento del atentado. El organismo también advirtió sobre el resurgimiento de “células terroristas” activas en el sur de Damasco, con intenciones de generar caos a través de ataques a lugares sagrados.
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El atentado se produce meses después de la caída del régimen de Bashar al Asad, en un contexto político aún inestable. Desde entonces, Siria ha vivido una aparente calma relativa, pero este ataque demuestra que persisten amenazas graves contra la seguridad y la convivencia entre comunidades religiosas.
El atentado contra la iglesia Mar Elías marca el peor episodio de violencia religiosa en años en la capital siria. Las autoridades locales y organismos internacionales expresaron su condena al ataque y pidieron reforzar las medidas de seguridad para proteger a la población civil y los lugares de culto.
Fuente: DW.
Foto: Bakr AlkaseM/AFP.