Investigadores del Conicet avanzan en el desarrollo de un nuevo método para optimizar el diagnóstico de la tuberculosis a través de un kit de análisis rápido y de bajo costo que permite identificar a simple vista a la bacteria que causa la enfermedad por un cambio de color en las muestras, resultando ser una prueba 200 veces más sensible que la detección clásica con el microscopio.
«El desarrollo completo presupone una herramienta moderna e integral, la cual puede aportar enormes ventajas para llevar a cabo las acciones necesarias para mitigar un flagelo milenario, que tristemente persiste y se recrudece en la sociedad actual», aseguró Claudio Berli, investigador a cargo del proyecto en el Instituto Tecnológico de Desarrollo para la Industria Química (Intec), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
El equipo del Intect trabaja en el desarrollo de un método de detección molecular del ADN del bacilo de Koch, la bacteria que causa la enfermedad de la tuberculosis, según se informó a través de un comunicado del Conicet.
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La ventaja de esta herramienta es que permite la lectura colorimétrica de resultados a simple vista, sin necesidad de microscopios, y siguiendo métodos y dispositivos aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otro de los beneficios es la reducción de los plazos, ya que los métodos clásicos demoran varios días para reportar el resultado final.
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El diagnóstico de tuberculosis se ha basado históricamente en la detección con microscopios del bacilo de Koch, con escasos avances tecnológicos durante 125 años.
Más recientemente se lograron métodos de PCR con mayor sensibilidad, pero son kits con escasa distribución en nuestro país, «tanto por sus elevados costos como por depender de la provisión continua de los insumos necesarios», se explicó en el texto.
El proyecto que lidera Berli junto con Horacio Rodríguez, del Instituto de Salud y Ambiente del Litoral (Isal) y Guillermo García Effron, de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, nace de una demanda formulada al Centro Científico Tecnológico del Conicet en Santa Fe por parte del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias «Emilio Coni» (Iner).
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La investigación acaba de concluir su segunda etapa, en la que se logró aplicar la metodología a más de 60 muestras clínicas reales de hospitales de Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires.
El diagnóstico se realiza «a través de un método más simple y moderno que el PCR -llamado LAMP-, que permite la lectura colorimétrica de resultados a ojo desnudo. La prueba de concepto fue realizada en algunas muestras clínicas identificadas como positivas y negativas con otros métodos de referencia», explicó Berli.
El resultado fue «muy positivo, ya que la técnica molecular desarrollada mostró un excelente acuerdo con los métodos de referencia, resultando además ser 200 veces más sensible que la prueba de microscopia, considerada como la máxima referencia», se apuntó desde el Conicet.
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De acuerdo con Berli, este kit podría utilizarse en laboratorios de mediana complejidad, con instrumentos ya existentes o de muy bajo costo y con operadores mínimamente entrenados.
Por esto, la tercera etapa consistirá en evaluar el ensayo fuera del laboratorio de investigación, y hacerlo por parte de diferentes operadores técnicos.
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Una vez concluida esta etapa, «la tecnología quedará prácticamente lista para ser trasferida y para poder iniciar las validaciones por parte de las autoridades regulatorias», concluyeron los investigadores.
FUENTE: TÉLAM.