“Estoy absolutamente preocupado por lo de Comodoro, porque no se termina de solucionar la cuestión de paritarias, a diferencia del Valle ese puerto trabaja con la merluza”, analizó Awstin respecto del conflicto con el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA).
“En la zona el gremio recibió el 43 por ciento, pero como Comodoro se sostiene con la merluza, que da muy poca ganancia al sector empresario en el mercado internacional y de hecho ahora no están pescando, las empresas aducen que con ese aumento podrían fundirse. Sí ofrecen los 14 mil pesos que forman parte de la negociación”, explicó.
“El gremio tiene la pelota y debería avanzar en una solución, al menos transitoria”, remarcó.
“Lo que más me preocupa de todo es que trabajamos mucho tiempo, casi un par de años, para convencer a un importante empresario canadiense para que venga a invertir a Chubut. Hace tan sólo dos meses empezó a trabajar en Comodoro con 150 personas contratadas, pero hoy ya está pensando en retirarse de la Argentina”, reprochó.
“Me parece absolutamente imprudente e irresponsable seguir tirando de la cuerda, cuando las empresas están ofreciendo parte de lo que está pidiendo el gremio”, cuestionó.
“Hay que avanzar, aunque sea discutiendo, pero con la gente adentro trabajando. Nadie sabe con esta pandemia que vamos a poder hacer, en un mes quizás ni siquiera podamos trabajar, entonces la gente que no tiene sustento, ¿qué hará? le pedirá ayuda al gremio o al Estado”, fundamentó.
“La responsabilidad es toda del sindicato, porque si pidió 14 mil y le van a dar 14 mil, creo que tenemos gran parte de la solución, pero lo peor es que las plantas están sin gente, salvo Varano, y tenemos que mandar la materia prima para que sea procesada en otras provincias. Hay que seguir discutiendo con la gente en producción”, insistió.
«En el resto de las Provincias están todas trabajando, pero con langostino, que permite otra sostenibilidad. Pero en el caso de la merluza, compite con otras especies en cautiverios que tienen mucho menor precio», justificó.
«La canadiense hizo un contrato con la regente de la ex Barilari para enviar langostino a las góndolas de Estados Unidos, pero pensaba en construir una planta propia con última tecnología porque el mercado estadounidense compra el producto totalmente terminado y de la categoría Premium, lo que asegura mano de obra con mucha rentabilidad. Sería una picardía perder una inversión de estas características», lamentó Awstin.
LA ANCHOITA, LA NUEVA ESPECIE COMERCIAL
“Logramos con un trabajo en conjunto entre gremios, empresas y el estado provincial incorporar en el bache provincial durante el cual no se pesca langostino en nuestras aguas, apuntábamos desde hace tiempo a la anchoita, pero no teníamos el engranaje fundamental que es la comercialización porque si hay quien compra, hay quien pesque», valoró Awstin en diálogo con la prensa.
«Fuimos generando vínculos con compradores de Mar del Plata y hemos logrado colocar el producto a una escala importante a nivel nacional», destacó.
«Esto trae como consecuencia unas 250 personas en relación dependencia directa, ya sea pescando, haciendo las descargas, el transporte y el acondicionamiento de la materia prima que va a Mar del Plata», ponderó.
«Además de Rawson, ya hemos tenido charlas con otros intendentes como Gustavo Sastre en Madryn y Adrián Maderna para el procesamiento local de la anchoita que nos permita completar el círculo virtuoso», enfatizó.
«El año pasado en el litoral bonaerense se pescaron unas 5 mil toneladas de anchoa, mientras nosotros llevamos 2.500 toneladas y todavía nos queda un mes, aunque posiblemente se pueda pescar en noviembre y diciembre en aguas nacionales con barcos de la Provincia», comparó Awstin sobre la envergadura de la captura.
