Organizaciones defensoras de la libertad de prensa condenan la decisión del gobierno interino de Bangladesh de revocar las acreditaciones de 167 periodistas, un acto que pone en riesgo la libertad de expresión en el país.
En medio de una creciente preocupación por la libertad de prensa en Bangladesh, el gobierno interino, encabezado por el ganador del Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, ha revocado las acreditaciones de 167 periodistas. La medida, que se implementó en tres fases entre el 29 de octubre y el 7 de noviembre, ha generado fuertes críticas de grupos de derechos humanos y asociaciones de editores.
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El Consejo de Editores de Bangladesh expresó su rechazo a la decisión, calificándola como una amenaza para la libertad de prensa. Según los defensores de los derechos humanos, esta medida busca crear un clima de censura y control sobre los medios de comunicación del país. La falta de razones claras por parte del Departamento de Información de Prensa sobre la cancelación ha incrementado la preocupación sobre la creciente represión de la libertad de expresión.
La cancelación de las acreditaciones se produce en un contexto delicado para Bangladesh, que aún se recupera de los efectos de una revuelta estudiantil en agosto de este año. La destitución de la ex primera ministra Sheikh Hasina tras este levantamiento ha generado un ambiente político tenso, donde los medios de comunicación y los periodistas se enfrentan a riesgos cada vez mayores. La revuelta contra el gobierno de Hasina, que duró más de 15 años, dejó cientos de muertos y evidenció el descontento popular con el autoritarismo en el país.
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El Consejo de Editores defendió la libertad de la prensa y señaló que, aunque las autoridades tienen el derecho de revisar posibles irregularidades, la revocación de acreditaciones sin pruebas claras es un acto antidemocrático. Además, destacaron que esta decisión contraviene los ideales de la revolución que derrocó al gobierno de Hasina, y exigieron que Yunus proteja los derechos fundamentales de los periodistas.
El gobierno interino aún no ha emitido comentarios sobre la controversia. Sin embargo, las críticas de grupos internacionales y locales continúan creciendo, lo que refleja el creciente temor sobre la situación de la prensa en Bangladesh.
Fuente: AP