El presidente Joe Biden busca reformar la Corte Suprema de Estados Unidos con límites de mandato y un código de conducta vinculante, aunque enfrenta fuerte oposición republicana en el Congreso.
Entre los cambios propuestos, destacan la implementación de límites de mandato y un código de conducta obligatorio para los jueces del máximo tribunal. Estas propuestas, sin embargo, enfrentan una fuerte oposición por parte de los republicanos en el Congreso, lo que dificulta su promulgación.
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Este lunes Biden instó al Congreso a aprobar normas vinculantes que obliguen a los jueces a revelar obsequios, abstenerse de actividades políticas públicas y evitar participar en casos donde ellos o sus cónyuges tengan conflictos de intereses financieros u otros tipos de conflictos. Además, propuso un límite de mandato de 18 años para los magistrados, reemplazando los actuales mandatos vitalicios. Esta medida busca renovar periódicamente la composición del tribunal y asegurar una mayor transparencia y ética en sus decisiones.
El presidente también solicitó una enmienda constitucional para eliminar la amplia inmunidad presidencial reconocida en un reciente fallo de la Corte Suprema relacionado con el expresidente Donald Trump. En un artículo de opinión publicado en el Washington Post, Biden subrayó la necesidad de estas reformas para fortalecer la confianza pública en la Corte Suprema y asegurar que sus jueces actúen con integridad y transparencia.
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La propuesta de Biden llega en un momento de creciente escrutinio sobre la Corte Suprema, particularmente en lo que respecta a la conducta de sus jueces y la influencia de intereses externos en sus decisiones. La implementación de un código de conducta vinculante buscaría regular de manera más estricta las acciones y decisiones de los magistrados, promoviendo una mayor rendición de cuentas.
A pesar de la oposición, Biden enfatizó que estas reformas son cruciales para mantener la integridad del sistema judicial estadounidense. Argumentó que, sin cambios significativos, la confianza pública en la Corte Suprema podría erosionarse, lo que tendría consecuencias graves para la democracia y el estado de derecho en Estados Unidos.
Fuente y foto: REUTERS