Este Pinot Noir de Estancia Las Bardas es, sin duda, una maravilla para los sentidos. Su color rubí, ligeramente traslúcido, anticipa la complejidad de su aroma: un guindado envejecido, notas de hojas deshidratadas y la dulce fragancia de zarzamoras. Sin embargo, lo que lo distingue a nivel nacional son sus barricas de lenga, que le otorgan un carácter único.
En boca, el equilibrio entre acidez y alcohol es simplemente perfecto, con un toque sutil de influencia marina que lo hace exquisitamente interesante. El enólogo González Maldonado no dudó en otorgarle un merecido 10 a este vino, que se revela como un acompañante versátil en la mesa, perfecto para maridar con cordero al asador, pescado y mariscos.
El responsable de esta maravilla es el enólogo Alejandro Grecia, quien ha logrado una redondez excepcional en el Pinot Noir de Estancia Las Bardas, lo que lo convierte en una elección fácil para la cocina patagónica, una delicia para los amantes de la buena mesa.
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La Estancia Las Bardas, propiedad de Christian Fernándes, se encuentra en un lugar privilegiado: el kilómetro 1473 de la Ruta Nacional N3, a poco más de 10 kilómetros al sur de Trelew. En las tierras de Las Bardas se han implantado variedades como Pinot Noir, Syrah, Malbec, Merlot (tintas), y en blancas, Chardonnay y Torrontés.
La producción, llevada a cabo de manera artesanal, tiene un enfoque en la calidad sobre la cantidad. La mayoría de sus vinos tienen crianza en barricas de lenga, lo que añade un sabor distintivo a sus productos. Actualmente, producen alrededor de 700 litros al año, con un ambicioso objetivo de alcanzar los 3.500 litros anuales.
Un aspecto interesante es su diversificación, ya que cuentan con un olivar de variedad arbequina, lo que augura un próximo aceite de oliva de la zona de Las Bardas, complementando perfectamente su oferta vinícola.
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Christian Fernándes, el ideólogo y propietario de la estancia, compartió cómo surgió este proyecto inspirador. Después de un viaje a California, Estados Unidos, se dio cuenta de la importancia del enoturismo en las rutas turísticas. Esta revelación lo llevó a idear un viñedo en el camino a Punta Tombo, una propuesta única que ha enfrentado desafíos climáticos y ha requerido adaptación, pero que ha encontrado su camino hacia el éxito con el apoyo del enólogo Alejandro Grecia.
La estancia Las Bardas es un verdadero tesoro, con suelo marino que aporta notas distintivas a los vinos. Fernándes resaltó el uso responsable del agua, que se transporta a través de tuberías desde el río Chubut a las plantaciones, garantizando un riego eficiente por goteo.
El futuro está en el turismo, un camino que ya está generando empleo directo e indirecto, impulsando la economía local y brindando un potencial sin límites.
El enólogo González Maldonado subrayó las opciones que ofrece el enoturismo en la provincia, y destacó la próxima edición de «Las Bodegas de Nuestra Provincia» el domingo 20 de agosto, donde se hablará de una bodega en Paso del Sapo, Chubut.
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Por último, se destacaron los beneficios de los productos de Laboratorio Mycophos, un aliado valioso para la productividad de la región.
En resumen, Estancia Las Bardas es un ejemplo brillante de cómo el trabajo duro, la pasión por el vino y la apuesta por el turismo pueden dar lugar a resultados asombrosos. Este proyecto no solo ha logrado producir vinos excepcionales, sino que también ha contribuido al desarrollo económico de la región y ha enriquecido la experiencia turística en la Patagonia.